La nueva socia de Alexia y Aitana rompe su maleficio con el Barça Femenino

El Barça Femenino sigue con su paso perfecto en la Liga F. Siete victorias en fila para el equipo azulgrana. El Levante ha sido el último rival en sufrir el masivo talento que dispone Pere Romeu en la plantilla. En esta ocasión, el triunfo no tuvo como principal protagonista a Aitana Bonmatí o Alexia Putellas, sino a una futbolista que ha logrado romper su maleficio con el conjunto catalán.

Ese protagonismo corresponde a Kika Nazareth. La estrella portuguesa, fichada en verano por 500.000 euros, finalmente ha conseguido marcar su primer gol con la camiseta azulgrana. Había mucho ruido alrededor de su escasez anotadora, teniendo en cuenta las expectativas generadas con su incorporación. Aunque ha despejado las dudas con un partido sobresaliente que le permite levantar su confianza en las próximas semanas.

Golazo para la cuenta

El primer gol de Kika Nazareth con el Barça Femenino no podía ser de otra forma que una espectacular jugada. El encuentro contra el Levante empezó con ciertos problemas para el equipo de Pere Romeu, especialmente por el autogol de Cata Coll, pero la atacante de 21 años salió al rescate con un desmarque en corto y un brillante disparo de zurda para batir la resistencia de la guardameta rival.

La espectacular definición de Kika Nazareth para su primer gol con el Barça Femenino EFE

Claudia Pina también fue clave en la victoria de las azulgranas. Pudo anotar el primer gol del compromiso y también aportó un par de asistencias, incluyendo la del tanto de Nazareth. El cierre definitivo llegó sobre el minuto 80 con Irene Paredes a pase de Mapi León. De este modo, el Barça Femenino extiende su invicto de siete victorias consecutivas en la competición doméstica. 

Pelea por la titularidad

El frente de ataque del Barça Femenino tiene exceso de talento. Son varias las futbolistas que pelean por un puesto en el once titular. Kika Nazareth, Ewa Pajor, Caroline Graham Hansen, Claudia Pina, Fridolina Rolfo o Aitana Bonmatí. Se trata de un asunto importante que debe gestionar Pere Romeu para asegurar la buena convivencia en el vestuario azulgrana.