El Barça de basket afronta el curso actual con ilusión, pero también con mucha presión. Tras el decepcionante desenlace de la pasada temporada, sin un título y con muchos altibajos en el juego, la sección se encomendó a Joan Peñarroya como relevo de Roger Grimau y el técnico de Terrassa no solo tiene más experiencia. También tiene más carácter y oficio, y cuenta con todos los jugadores.
Peñarroya busca la máxima complicidad de sus jugadores. En el Palau aseguran que los entrenamientos son más duros e intensos que hace un año. El Barça, no obstante, todavía tiene mucho margen de mejora, sobre todo en defensa, pero transmite buenas sensaciones.
Un actor secundario
Willy Hernangómez, el fichaje estrella de la pasada temporada tendrá una nueva oportunidad. El Barça necesita su mejor versión. También la de Kevin Punter, la nueva estrella del equipo. Y Peñarroya está encantado con el carácter de Justin Anderson, un alero muy intenso.
Peñarroya necesita a los jugadores con más cartel, pero también a los actores secundarios, un papel que debe interpretar Darío Brizuela. La pasada temporada, Grimau contó muy poco con él, siendo un descarte habitual. Es un jugador intermitente, pero, posiblemente, el mejor revulsivo. Es, también, el más imprevisible.
Decisivo contra el Alba Berlín
Brizuela sumó 18 puntos en la última victoria del Barça contra el Alba Berlín por 88-73. El escolta de San Sebastián, de 29 años, anotó seis de los ocho intentos que intentó y dos de sus cuatro lanzamientos triples. Y logró una valoración de 16.
El Barça, poco a poco, progresa. En el Palau aseguran que Brizuela es el Raphinha del basket. Con confianza puede ser un jugador muy importante, el mejor desatascador en situaciones críticas. Con Grimau estaba limitado. Con Peñarroya, en cambio, no se pone límites.