Joan Laporta es un presidente muy futbolero. Devoto del Barça de Johan Cruyff, tiene un amplio conocimiento de los mejores futbolistas del mundo. También ha expresado su admiración por selecciones como Alemania y Holanda, finalistas del Mundial de 1974. De baloncesto sabe mucho menos. Apenas va al Palau Blaugrana y el pasado verano se cargó de un plumazo al mejor jugador de Europa, Nikola Mirotic, y a Sarunas Jasikevicius, un técnico muy querido por la afición. Alegó motivos económicos.
El baloncesto siempre ha sido una sección deficitaria. La temporada 2022-23 se cerró con un déficit de 56 millones, tras los despidos de Cory Higgins y Mirotic, quien todavía tenía dos años más de contrato. El curso pasado, la sección sufrió un recorte del 30%. La masa salarial del primer equipo pasó de 38 a 27 millones de euros.
El gran fracaso
Laporta pasó la tijera y el plan renove de Juan Carlos Navarro fracasó estrepitosamente. Roger Grimau sustituyó a Jasikevicius y Willy Hernangómez fue el fichaje estrella del Barça. Con una economía de guerra que lastraba a la sección, el club ofreció un contrato por tres temporadas al pívot madrileño a cambio de 12,5 millones de euros. El rendimiento de Willy fue decepcionante y Grimau fue despedido.
El Barça agitó otra vez la plantilla. Peñarroya sustituyó a Grimau y llegaron cinco jugadores: Juan Núñez, Kevin Punter, Justin Anderson, Chimezie Metu y Youssoupha Fall. Sustituyeron a Ricky Rubio, Rokas Jokubaitis, Oriol Paulí, Nikola Kalinic, Oscar da Silva y James Nnaji.
El objetivo actual
Navarro y Mario Bruno, su mano derecha, han reforzado el Barça con jugadores mucho más físico. Con más músculo. El objetivo es competir hasta el final en la Liga ACB y en la Euroliga. Peñarroya cuenta con una plantilla más compensada después de que Laporta haya aumentado la partida destinada al baloncesto.
El Barça de basket calcula que ingresará unos 20 millones de euros en la actual temporada. La mayor partida procede de los derechos de televisión. A medio plazo, sin embargo, Laporta espera que el club obtenga mucho más dinero.
Objetivo, 10.000 abonados
El plan de Laporta pasa por construir un nuevo Palau Blaugrana con capacidad para 15.000 espectadores, el doble que el actual pabellón. La futura instalación deportiva, como el Camp Nou, contará con una importante oferta de asientos VIP o palcos.
El Barça quiere doblar su masa social y superar los 10.000 abonados al Palau. También espera que el nuevo pabellón facilite la llegada de nuevos patrocinadores con el objetivo de ingresar unos 30 millones de euros por temporada. Unos 10 millones más que actualmente.
Conciertos en el nuevo Palau
Laporta, de momento, no ha presentado ningún proyecto para el nuevo Palau Blaugrana. Ni tan siquiera tiene resuelta su financiación. Esos 420 millones de euros que anunció que necesitaba para construir el nuevo pabellón. Sueña con cerrar un acuerdo con una multinacional que asume una parte del coste a cambio de su explotación parcial.
El máximo dirigente contempla que el Barça de basket dispute todos sus partidos en el futuro Palau Blaugrana. Ocasionalmente, los equipos de balonmano y fútbol sala también podrían jugar allí sus duelos más importantes. El salto cuantitativo, sin embargo, llegaría con la celebración de conciertos de grandes estrellas nacionales e internacionales en el nuevo Palau.
Laporta quiere reconciliarse con la afición del Palau. Tras recordar que "el Barça es un club deportivo" y asegurar que no "destrozaría" las secciones, en la sección de baloncesto esperan tiempos mejores. El futuro pasa por el nuevo pabellón, que difícilmente estará construido antes de 2028, y la apuesta por alguna estrella mediática.