El Barça de basket tampoco puede fichar al entrenador que desearía Joan Laporta. La delicada situación económica del club, con una deuda de 1.200 millones de euros, ha frenado la contratación de Xavi Pascual, el técnico de la segunda Euroliga del equipo azulgrana. Las diferencias económicas entre las dos partes son importantes y Juan Carlos Navarro, manager general, y Josep Cubells, directivo responsable de la sección, ya han activado el plan B para relevar a Roger Grimau. El elegido es Joan Peñarroya.
El despido de Grimau se hizo oficial el sábado por la mañana tras una temporada sin un título y con la sensación de que el Barça ha rendido muy por debajo de su potencial. El técnico de Sants apenas ha contado con tres jugadores que fueron fichados el pasado verano: Joel Parra, Darío Brizuela y Willy Hernangómez, quien firmó un contrato por tres temporadas a cambio de 12,5 millones de euros.
Los problemas de Grimau
El Barça de Grimau ha fracaso en la Liga y en la Euroliga. Su apuesta por un baloncesto atractivo y desenfadado no ha dado los resultados esperados. Al técnico se le ha criticado su falta de carácter para gestionar una plantilla con muchos egos. También se le ha criticado que no haya sabido conectar con Hernangómez.
La primera opción para relevar a Grimau era Xavi Pascual, entrenador del Barça entre 2008 y 2016. Luego, el técnico de Gavà dirigió al Panathinaikos y al Zenit, club con el que ha terminado contrato recientemente.
Una ficha muy elevada
Pascual era uno de los entrenadores mejor pagados de Europa. En Rusia cobraba entre cuatro y 4,5 millones de euros de sueldo. El técnico de Gavà se mostró receptivo a la oferta del Barça. Estaba dispuesto a rebajarse la ficha, pero las diferencias son importantes.
El Barça, según algunas fuentes, estaba dispuesto a pagarle 4,5 millones de euros por tres temporadas. Pascual, como mínimo, quería ganar entre dos y 2,5 millones de euros anuales. También quería tener el control de los fichajes y las bajas del equipo.
Cubells ya quiso ficharlo
Las pretensiones de Pascual no han sido aceptadas por el Barça, que entonces activó la opción de fichar a Peñarroya. El pasado diciembre, cuando Grimau ya estaba con la soga al cuello por los malos resultados del equipo, Cubells sondeó su posible fichaje. Entonces, Laporta optó por dar continuidad al técnico de Sants.
El Barça, ahora, cree que Peñarroya puede sacar el máximo partido de la actual plantilla. En el pasado ha dirigido al Manresa, al Burgos, al Valencia y al Baskonia. Ahora, a sus 55 años, le puede llegar la gran reválida. Su reto será renovar a un equipo en horas bajas que hace un año ganó la Liga ACB y que desde entonces ha ido de mal en peor.