El Barça de basket también está en crisis. Tocado y casi hundido. La eliminación de la Euroliga ha tenido un efecto devastador para un equipo con muchos altibajos que tampoco tiene buenas sensaciones en la Liga ACB. El recorte de Joan Laporta ha pasado factura, con Josep Cubells, Juan Carlos Navarro y Mario Bruno Fernández como máximos responsables de un equipo que no supo renovarse el pasado verano.
Ganó el Barça la Liga ACB por un contundente 3-0. Nikola Mirotic fue el gran líder del equipo y Sarunas Jasikevicius, su ideólogo. Laporta, sin embargo, pasó la tijera y prescindió del mejor jugador de Europa y de un entrenador top. Su sustituto fue Roger Grimau, un técnico sin expriencia en la élite.
Jasikevicius y Grimau
Grimau es un entrenador muy válido para las categorías inferiores por su talante sosegado. A diferencia de Jasikevicius, muy impulsivo, Grimau es una persona muy tranquila, que pocas veces alza la voz. Apuesta por un baloncesto muy atractivo, pero a su equipo le falta carácter. Intensidad.
La gestión de Grimau también está bajo sospecha. El pasado verano, el Barça pagó traspaso por Darío Brizuela y Joel Parra, inéditos en el quinto y definitivo partido de los cuartos de final contra Olympiacos. Tampoco dio mucho carrete a Willy Hernangómez, el fichaje estrella del verano.
El fichaje de Willy
El Barça llegó a un acuerdo con Willy tras ofrecerle 12,5 millones de euros por tres años, cifra que no quiso igualar el Real Madrid, que tenía sus derechos en la ACB. Sin embargo, la relación entre el pívot madrileño y el técnico de Sants nunca ha sido fluida. Willy es un jugador con muy buena mano, pero poco intenso en defensa.
Grimau tampoco ha sabido motivar a otros jugadores. Satoransky sigue sin dar el esperado salto de calidad. El base checo se diluye día tras día y ni tan siquiera lanzó a canasta en el decisivo partido contra Olympiacos. Sí lo hizo Kalinic, pero el ala-pívot falló sus siete lanzamientos.
Sin un pívot dominador
El Barça es un equipo versátil, pero no tiene un pívot dominante en Europa. Ni tiene un atídoto para frenar a los madridista Tavares y Poirier. Vesely, su jugador más importante en la pintura, se caró pronto de personal en el último partido de los cuartos de final de la Euroliga. Y, sorprendentemente, Grimau no confía en Nnaji, un joven pívot muy atlético que prepara su marcha a la NBA.
Jabari Parker, un antiguo crack de la NBA que estuvo casi dos años sin jugar por una grave lesión en la rodilla izquierda, ha sido el mejor fichaje de la pasada temporada, pero tampoco tuvo un buen día contra Olympiacos. Y Ricky Puig, intenso como nadie, tampoco estuvo acertado en el tiro.
Creus y Xavi Pascual
Los problemas se agravaron con los errores finales de Laprovittola y la ausencia de Willy, que sumó nueve puntos en los 12 minutos que estuvo en pista. Abrines, el capitán, fue, posiblemente el mejor, pero no bastó para salvar a un Barça muy intermitente e irregular, sin un líder top en la pista, que necesitará reinventarse en los próximos meses. Y, sobre todo, decidir si mantiene su apuesta por Grimau.
Laporta, igual que en su primera etapa como presidente del Barça, deberá gestionar otra crisis en la sección. La solución, entonces, pasó por los fichajes de Joan Creus y Xavi Pascual, su técnico favorito. El Guardiola del Barça de baloncesto. Terminada la Liga ACB, será el momento de tomar decisiones.