El Barça de basket se ha quemado por completo en el infierno griego. Después de la heroica victoria en la prórroga contra el Olympiakos, el equipo de Roger Grimau mostró una de sus caras más anticompetitivas de la temporada. El arbitraje casero no ayudó a la causa azulgrana, pero la desconexión colectiva e individual supuso en una derrota humillante (92-58) que fuerza el quinto partido en el Palau Blaugrana.
Errores en los pases, pocas concentración defensiva y lanzamientos errados que se asemejaron a una escopeta de feria. Lo del Barça de basket en el Pireo fue un cóctel explosivo. Solamente pudo dar ligeramente la cara un Jabari Parker que terminó el encuentro con 10 puntos, dos rebotes y una asistencia. Pero ni siquiera a la altura de lo exhibido en la anterior jornada de la Euroliga. Una imagen que genera preocupación pensando en el partido decisivo para la clasificación a la Final Four.
La sangría del Barça
El primer cuarto del equipo de Roger Grimau fue un espejismo. Comenzaron con fuerza en términos ofensivos, especialmente por un Jan Vesely que anotó siete puntos. Ese ritmo en los dos costados permitió a los azulgranas comandar en el marcador (21-23), aunque poco a poco se fueron rindiendo a la intensidad del Olympiakos. El segundo cuarto fue la prueba de ello, debido a que los locales con un iniciaron con un parcial favorable de 15-0.
Esos minutos hicieron mucho daño a la moral del Barça de basket. A partir de allí, regalaron un montón de situaciones en defensa y en ataque estuvieron lejos de estar precisos. Jugadas que son marca de la casa de algunos jugadores empezaron a salir mal. No hubo una respuesta con los cambios de Roger Grimau, que miraba estupefacto a lo sucedido en el Pireo. Antes de llegar al descanso la diferencia (53-37) ya era abismal.
Hundidos en Grecia
La dinámica del tercer cuarto fue la misma. La poca confianza de los azulgranas en las jugadas creció de manera considerable. El Olympiakos, por su parte, se estaba divirtiendo a costa del Barça con la exhibición de jugadores como Shaquielle McKissic (20 puntos). Con ese panorama tan desalentador, el equipo catalán bajo los brazos en el tramo final, teniendo en cuenta que todavía queda la última bala del Palau Blaugrana.
Con la gigantesca superioridad del Olympiakos en el marcador, Grimau decidió dar descanso al quinteto titular en los minutos finales del encuentro. Eso permitió al elenco griego ampliar su ventaja a una diferencia de 34 puntos. Representa un trago amargo para el Barça de basket, que tiene hasta el miércoles 8 de mayo para pasar la página y así sellar la clasificación a la Final Four de la Euroliga.