Ricky Rubio es, posiblemente, el mejor base español de toda la historia, con permiso de Juan Antonio Corbalán y Nacho Solozábal. El base del Masnou cerró su etapa en la NBA y a sus 33 años solo se plantea terminar su carrera deportiva cerca de casa. Ya sea en el Joventut de Badalona, club en el que se formó, o en el Barça, equipo con el que ganó la Euroliga en 2010. Su posible regreso al Palau ilusiona al barcelonismo, pero ya tiene fecha de caducidad. Al menos, para el curso actual.
El Barça contempla la posibilidad de reforzar su juego de perímetro. Roger Grimau, el entrenador, necesita más un lanzador que un director de juego, pero Juan Carlos Navarro intenta seducir a Rubio desde hace meses. De momento, quiere que el jugador se recupere plenamente de sus problemas personales. Tiene hasta el 7 de febrero.
Adiós a la NBA
El club que preside Joan Laporta sabe que el plazo para inscribir nuevos jugadores en la Euroliga termina el 7 de febrero, fecha en la que el Barça desearía conocer ya los planes de futuro de Ricky Rubio.
El base del Masnou, de momento, quiere estar bien, mentalmente. No quiere presionarse con un regreso inmediato a las pistas tras rescindir su contrato con los Cleveland Cavaliers. Si no es ahora, se plantearía su vuelta a partir de verano, pero tampoco descarta su retirada.
Tres bases en el Barça
El Barça cuenta actualmente con tres jugadores que pueden actuar en la posición de base: Satoransky, Jokubaitis y Laprovittola.
Jokubaitis podría dar el salto a la NBA al terminar esta temporada y el Barça podría sustituirlo con Ricky Rubio a partir del 1 de julio. De momento, el futuro del base es incierto.