Álex Abrines es el capitán del Barça de basket. También es un jugador con una mano prodigiosa, sobre todo en los lanzamientos triples. Y su entrenador, Roger Grimau, está encantado con su intensidad defensiva, que a veces aplica hasta límites insospechados. En la Liga ACB y en la Euroliga.
En la última victoria del Barça ante el Fenerbahce (89-81) en la Euroliga, Abrines apretó los dientes en el tramo final. Y, sobre todo, estiró las piernas. El equipo azulgrana no había comenzado muy bien y logró avanzarse en el marcador.
A menos de cinco minutos para el final, con 75-69 en el marcador, el Barça defendía como si no hubiera un mañana. Y Abrines cortó un primer balón con el pie a 4:59 para la conclusión del partido.
Indignación turca
La acción de Abrines molestó al Fenerbahce. Y, lo peor para el grupo turco, volvió a repetirse a 4:12 para el final.
Abrines no tuvo una actuación brillante. No calentó la mano como en otros partidos. Solo sumó tres puntos y capturó un rebote en 16 minutos, pero su agresividad defensiva fue una pesadilla para el Fenerbahce.