Joan Laporta, presidente del Barça, recortó el presupuesto de la sección de baloncesto y el equipo está, ahora, a años luz del Real Madrid. A pesar de la baja por lesión de Tavares, el grupo de Roger Grimau fue claramente derrotado por el eterno rival (86-79) en el WiZink Center.
El Barça fue muy inferior al Real Madrid. Nunca dio la sensación de poder ganar al equipo de Chus Mateo. Y suma ya dos derrota en dos duelos directos con el eterno rival. La renovación barcelonista, marcada por las salidas de Sarunas Jasikevicius, Cory Higgins y Nikola Mirotic, abre muchos interrogantes.
Grimau, el nuevo técnico, asegura que no duerme por las noches. No tiene experiencia en la élite y ha recibido la misión de competir con los grandes clubes europeos tras los fichajes de Joel Parra, Darío Brizuela, Willy Hernangómez y Jabari Parker. De momento, varios son los problemas que deberá resolver.
Falta de liderazgo
El Barça no tiene un líder en la pista. Lo tenía con Mirotic, pero Laporta rescindió su contrato. El ala-pívot cobraba 11 millones de euros brutos y era el jugador mejor pagado de Europa. También era el jugador más decisivo. Nunca se escondía y fue clave en las dos Ligas ACB ganadas por el Barça en los últimos tres años.
Willy Hernangómez, de momento, no ha empezado bien el nuevo curso. El exjugador del Real Madrid solo sumó cuatro puntos el domingo. Tampoco es decisivo Parker.
Equipo blando
El Barça de Grimau es menos intenso que el de Jasikevicius en defensa. Al equipo le falta carácter. El actual técnico propone un baloncesto muy rápido, pero muchos jugadores confunden la velocidad con la precipitación. Todavía faltan por asumir muchos automatismos.
El jugador que evidencia más problemas en defensa es Parker. La adaptación al baloncesto europeo no es fácil para el estadounidense, que estuvo casi dos años sin jugar en la NBA. Le falta ritmo y compenetrarse mejor con sus compañeros.
El Barça necesita un tirador
El Barça anotó 21 de los 42 lanzamientos de dos y solo 6 de los 22 triples que intentó. Tampoco estuvo acertado el Real Madrid. En verano, Juan Carlos Navarro, manager general de la sección, alcanzó un acuerdo verbal con Kevin Punter, pero el escolta estadounidense renovó finalmente su contrato con el Partizán.
Jasikevicius tenía a Kuric, un tirador muy fiable al que no se renovó su contrato. El Barça intentó compensar su marcha con el fichaje de Darío Brizuela. El escolta vasco sumó 14 puntos en Madrid. Estuvo bien, pero necesita más socios en ataque.
El Barça debe mejorar sus estadísticas en el lanzamiento exterior y ser más duro bajo el aro. Sin Tavares, su auténtica bestia negra, perdió en Madrid y en el Palau las dudas no son buenas consejeras. De momento, el nuevo proyecto azulgrana pinta mal.