Cuando Mapi León, Patri Guijarro, Claudia Pina y Sandra Paños decidieron renunciar de forma temporal a la Selección --aunque Paños se declaró seleccionable por Jorge Vilda para el Mundial--, no sólo perdieron una oportunidad única como lo es jugar el torneo más importante de todos. Las cuatro jugadoras culés renunciaron también a una suculenta cantidad de dinero, nada desdeñable si tenemos en cuenta cuáles son los baremos salariales en los que se mueve el fútbol femenino.
La Selección se ha clasificado para los cuartos de final de un Mundial por primera vez, y esto ha garantizado nada menos que 90.000 dólares (82.000 euros) de premio para cada una de las futbolistas, además de otros 2,2 millones de dólares (2 millones de euros) para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Premios FIFA para las jugadoras
Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Cata Coll, Irene Paredes y Mariona Caldentey, entre otras culés que forman parte de la convocatoria de Vilda, podrían embolsarse aún más dinero si siguen encadenando victorias: si logran la gesta y se llevan el título, conseguirán un bonus de hasta 270.000 dólares (244.000 euros) cada una. Para muchas de las 23 futbolistas --especialmente las que no juegan en FC Barcelona o Real Madrid-- el bonus que acaban de conseguir en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda ya es ostensiblemente superior a sus salarios anuales.
En la Liga F el sueldo habitual oscila entre los 30.000 euros y los 40.000 euros brutos. Sólo por participar en el Mundial, cada jugadora percibe 30.000 dólares (28.000 euros). Por llegar a octavos, la cifra asciende a 60.000 dólares (55.000 euros) y, dejando aparte los ya mencionados cuartos de final, unas semifinales garantizan un total de 165.000 dólares (150.000 euros) para cada futbolista.
De ganar el partido por el tercer puesto, las españolas se llevarían 180.000 dólares (163.000 euros) cada una de vuelta, y ser subcampeonas les reportaría 195.000 dólares (177.000 euros) por integrante. Unas cifras a las que Patri Guijarro, Claudia Pina, Mapi León y Sandra Paños no podrán aspirar, a pesar de haber sido pilares indiscutibles de la selección española en los últimos años.
Sacrificio económico y deportivo
Algunas decisiones conllevan sacrificios, y las futbolistas citadas deberán lidiar con las consecuencias deportivas y económicas que supone haber renunciado al Mundial. Culemanía ha podido saber de primera mano, por fuentes cercanas a ellas, que tienen "la conciencia muy tranquila" por la decisión tomada.
"No hablamos del Mundial", insisten. Eso no quiere decir que no estén atentas a lo que sucede a miles de kilómetros, aunque sea de reojo. Saben que el futuro de Jorge Vilda y de la Selección dependerá mucho de lo que pase en los próximos días, más aún tras la eliminación de Estados Unidos. Y en ningún momento cierran la puerta a volver, siempre y cuando cambien algunas condiciones y dinámicas de trabajo.
Centradas en la pretemporada
En lugar de pasar por el aro, sin embargo, han apostado por "defender sus ideales", con la voluntad de que su situación sirva de ejemplo y, de cara al futuro, ayude a que el fútbol femenino evolucione aún más rápido en España. De momento, las mal llamadas 'rebeldes' del Barça se centran en la pretemporada, bajo el mando de Jonatan Giráldez y con la ilusión de recuperar el ritmo competitivo cuanto antes, preparándose así para los retos de la próxima campaña.
De cara a los días venideros, el grupo seguirá ejercitándose con sesiones progresivas en carga de trabajo, a fin de llegar con buen tono físico al primer amistoso del sábado 12 de agosto, contra el AEM Lleida. Un partidillo de entrenamiento que se disputará a puerta cerrada en la Ciutat Esportiva.