Muere una leyenda del Real Madrid de basket: ganó 14 ligas en 18 temporadas

Este domingo se ha marchado un jugador histórico del baloncesto español. Una leyenda que hizo historia con la selección española y el Real Madrid entre los años 70 y 90. Rafa Rullán, pívot de 2,07 metros de estatura que militó en el conjunto blanco durante 18 temporadas (1969-1988), falleció en Madrid a los 73 años, tras una larga enfermedad.

Nacido en Palma de Mallorca en 1952, se trata de uno de los grandes mitos del madridismo y de la selección española, siendo el primer deportista balear en acudir a unos Juegos Olímpicos y en convertirse en medallista en un europeo, algo que logró en 1973 al ganar la plata. Le avala un palmarés descomunal: 14 Ligas, 9 Copas, 3 Copas de Europa, 1 Recopa y 4 Intercontinentales, además de ser internacional con la selección española en 161 ocasiones. 

El mallorquín superado por un menorquín 

Sus 2,07 de altura le convirtieron en un gran referente en el juego interior en los 70 y 80, ganando un sinfín de títulos. Tras su retirada en 1988 (su última temporada la disputó en el Bancobao Villalba), ejerció de delegado del primer equipo en el Real Madrid de 1991-1999 y siempre estuvo ligado a la entidad blanca. Dejó el Madrid un año antes, tras perder la liga ACB contra el Barça de Epi, Solozábal y Chicho Sibilio. 

Rafael Rullán y Felipe Reyes REDES

Rafa Rullán era conocido, entre otras cosas, por disputar hasta 18 temporadas en el Real Madrid, récord absoluto hasta que lo superó el también balear Sergio Llull. Su extraordinaria longevidad (muy grande para la época) le hizo ser parte de la élite durante varios años y coleccionar una ristra ingente de títulos: 14 Ligas en una época de dominio absoluto por parte de los blancos, 9 Copas de España, 3 Copas de Europa, 1 Recopa de Europa y 4 Intercontinentales, siendo así uno de los jugadores con mejor currículum de la historia del baloncesto europeo.

Emotivo mensaje de 'Itu'

Esta es la descripción que hace de él uno de sus antiguos compañeros y buen amigo, Juanma Iturriaga, que también le dedica unas sentidas y cariñosas palabras en El País al legendario jugador al que que denomina Rafita: 

Su carrera deportiva fue deslumbrante. En años jugados y en títulos atesorados. Un palmarés inalcanzable en estos tiempos. En la mayoría de estos éxitos, Rafa tuvo una importancia capital. Durante su primera época, era un clínic andante en la posición de poste bajo. Sus movimientos de pies eran de bailarín y junto a su gran envergadura y muñeca privilegiada le hacían casi imparable hasta para su némesis de la época, de nombre Dino Meneghin.

Pasaron los años y las zonas cercanas al aro se llenaron de armarios de tres cuerpos. Rafa, inteligentemente, decidió emigrar a zonas menos transitadas, alrededor de la línea de tres puntos, desde donde era capaz de enchufarlas sin mayores dificultades. O sea, que ahora que lo más normal es ver a pívots tirando desde siete metros, habría que reconocer que eso ya lo hacía Rullán hace 40 años. Tirador metedor, hábil con las dos manos, buen pasador, gran competidor. Si alguno tiene dudas, le invito a ver, por ejemplo, la final de la Copa de Europa de 1980 con el Real Madrid ante el Maccabi. Rullán en estado puro, todo un estallido de talento.

Es un día triste, pero me queda la esperanza al menos de que su fallecimiento obligará a repasar su figura y palmarés. Espero entonces que mucha gente caiga en la cuenta de que estamos hablando de una figura descomunal, un talento superlativo, un adelantado a su época. Alguien que no ha sido reconocido como desde luego se merece. Aunque sea un poco tarde, es hora de subsanar este injusto error.

Y a ti Rafita, gracias por todo, que fue mucho.