El Real Madrid responde a la cita del FC Barcelona. Sin un fútbol brillante --algo que es costumbre en la actual temporada--, el equipo de Carlo Ancelotti consiguió ganar al RCD Mallorca (3-0) en las semifinales de la Supercopa de España. El resultado no representó la realidad de un partido que se hizo cuesta arriba para los merengues y que solo se inclinó definitivamente a partir del tanto de Jude Bellingham.
Será la tercera final consecutiva de la Supercopa de España entre azulgranas y merengues. El Barça quiere replicar el mismo juego visto contra el Madrid en la goleada (0-4) del Santiago Bernabéu, mientras que los pupilos de Ancelotti buscan despejar las dudas de su juego en el primer clásico de 2025 que tendrá lugar el próximo domingo.
Saltan chispas
Lejos de las ocasiones de los dos equipos, lo más comentado de la primera mitad fue el intenso duelo entre Vinicius y Pablo Maffeo. Dos jugadores que ya se han enfrentado en otras oportunidades y que en esta ocasión demostraron mucha contundencia en cada uno de sus choques. El extremo del Real Madrid apenas tuvo espacio para brillar por la férrea defensa del lateral derecho.
Solamente lograron romper el cero en el marcador con Jude Bellingham. El medio inglés logró aprovechar un rebote en el área para rematar ante un mar de piernas que intentaron bloquear el esférico. El RCD Mallorca intentó aguantar lo máximo posible, pero en esa acción no consiguieron despejar el balón a tiempo.
Resultado injusto
Jagoba Arrasate realizó varios cambios ofensivos para buscar el empate. Por varios minutos se vio a un Mallorca dominar la posesión, pero sin romper la resistencia en el arco defendido por Thibaut Courtois. Por su parte, el Real Madrid tuvo a su disposición la oportunidad de ampliar la diferencia por los espacios que dejó la defensa del cuadro balear en su deseo de dar con un gol.
Los minutos pasaron y el equipo de Ancelotti se hizo fuerte en defensa. Los últimos golpes al Mallorca se dieron en el tiempo de descuento. Primero con el autogol de Valjent y posteriormente con la anotación de Rodrygo Goes. Dos tantos que engordaron el marcador a favor de los merengues, pero que no refleja la realidad de un partido que fue exigente.