El primer derbi madrileño, entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, no ha estado exento de polémicas. El compromiso disputado en el Metropolitano transcurría con total normalidad, pero gol de Eder Militao fue el punto de partido de los problemas. Muchos ultras rojiblancos empezaron a lanzar objetos desde la grada del estadio, lo que ha provocado que el árbitro principal decidiera suspender el encuentro por un total de 15 minutos.
Varios mecheros --y alguna botella de agua-- empezaron llover desde la zona de los ultras colchoneros con la intención de golpear a Thibaut Courtois. El portero merengue ha retirado los objetos del campo y ha tenido un intercambio de palabras con el grupo de aficionados del Atlético. Mateo Busquets Ferrer, colegiado del derbi, no ha dudado en interrumpir el compromiso ante el caldeado ambiente del Metropolitano.
Simeone negocia con los ultras
Ferrer mandó a los jugadores de los dos equipos a los vestuarios para cumplir con la suspensión de 10 minutos. En ese momento apareció Diego Simeone para negociar con los ultras que detengan el lanzamiento de objetivos, debido a que eso perjudica por completo el partido del Atlético de Madrid. Lo mismo ha sucedido con Koke y José María Giménez, dos referentes colchoneros que se acercaron a las gradas para calmar a los hinchas.
Koke ha criticado a Courtois por sus aireadas quejas, aunque la situación ya estaba descontrolada. No solo por los mecheros que cayeron cerca del guardameta belga, sino también por el objeto que lanzaron a Militao durante la jugada de su gol. Una situación lamentable que empaña por completo la imagen del fútbol español.