El Real Madrid quiere recibir el título de Liga por todo lo alto. La derrota del FC Barcelona contra el Girona, junto a la victoria merengue en el Nuevo Mirandilla, proclamaron al conjunto blanco como campeón de la competición doméstica a falta de cuatro partidos. Florentino Pérez deseaba recibir el trofeo en el nuevo Santiago Bernabéu, pero la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tenía otros planes.
Lío con final feliz para el Real Madrid. El club blanco anhelaba hacer una gran fiesta en su campo, delante de 81.000 personas, capacidad del estadio. Después del doblete de Xavi Hernández en el Barça la pasada temporada --Liga y Supercopa--, el equipo de la capital española ha consumado su venganza. Ha conseguidos los dos títulos y aún le queda la Champions League.
El siguiente partido no es en el Bernabéu
El problema es que el Madrid ya es campeón de Liga de manera matemática, por lo que debería recibir el título en la próxima jornada. El equipo de Carlo Ancelotti visita el Nuevo Los Cármenes, del Granada CF. La previsión era que los merengues alzarán el trofeo a 500 kilómetros de distancia de su afición, el 11 de mayo.
El motivo que alegaba el club que preside Florentino Pérez es que el Granada podría consumar el descenso de la primera división en el mismo partido. Se desconocía si la entrega del trofeo se iba a realizar antes del partido (18:30 horas) o después. Finalmente, la RFEF ha reculado y ha hecho realidad los deseos del Madrid. El martes 14 de mayo, en el Bernabéu, levantarán el trofeo.
Parlamento en el Ayuntamiento
El conjunto nazarí, en ambas situaciones, podría estar ya descendido. El máximo dirigente del Real Madrid consideraba que la celebración por la consecución del título de Liga debería celebrarse delante de su propia afición, en consideración también de un Granada en una situación crítica.
Y es que, además, está programado que este domingo, día posterior al partido contra el Granada, la plantilla visite el Ayuntamiento de Madrid y la fuente de Cibeles, para mostrar el trofeo liguero. Florentino Pérez no quería ver como se arruinaba la fiesta.