El Real Madrid acelera. Tiene prisa por ganar la Liga. Y sueña también con la Champions. A la espera de Kylian Mbappé, el equipo de Ancelotti destrozó a Osasuna en El Sadar y ya tiene 11 puntos de ventaja respecto al Barça, que este domingo jugará en el campo del Atlético. La Liga es cada vez más blanca.
Ausente Jude Bellingham por sanción, Ancelotti alineó a Lunin; Carvajal, Tchouaméni, Rüdiger, Mendy; Camavinga, Kroos, Valverde, Brahim; Vinicius y Rodrygo ante un Osasuna alejado de los puestos de descenso.
Vinicius marca el primero
El partido no pudo empezar mejor para el Real Madrid en El Sadar, un estadio muy complicado que aprieta mucho a los rivales. A los tres minutos, un absurdo error de Catena fue aprovechado por Vinicius para batir a Sergio Herrera para malestar de Jagoba Arrasate. Todos sus planes se fueron a pique.
Osasuna encajó bien el golpe. También la afición rojilla. Tres minutos después, Budimir empató para el conjunto navarro tras culminar un saque de esquina que no supo defender el Real Madrid.
El segundo gol, de Carvajal
El gol animó a Osasuna, pero el Real Madrid mantuvo la calma y se adueño del balón. Su mayor criterio en el centro del campo tuvo la recompensa del segundo gol madridista, obra de Carvajal, en el minuto 19. Hasta el descanso, el grupo de Ancelotti rebajó la intensidad osasunista con un buen manejo del balón.
El segundo acto comenzó con Osasuna avanzando la presión para incomodar al Real Madrid, pero el tercer tanto de Brahim sentenció un partido que controló siempre el equipo de Ancelotti, claro favorito a ganar la Liga. Vinicius logró el cuarto de un líder que se gustó en El Sadar, un campo en el que sufrió derrotas crueles en el pasado. El segundo gol local, en el añadido, fue una anécdota en un final en el que también participó Arda Güler, una de las pocas preocupaciones madridistas.