Otra noche de polémica se ha escenificado en el Santiago Bernabéu. El arbitraje ha sido el gran protagonista de la vuelta de octavos de la final de la Champions League, donde el Real Madrid pudo sobrevivir (1-1) ante un RB Leizpig que hizo méritos para llevarse la victoria. Fue un partido decepcionante de los merengues, pero la influencia de los colegiados al no expulsar a Vinicius Júnior --autor del gol de su equipo-- inclinó la balanza a favor de los locales.
Se trata de una eliminatoria que va a quedar manchada por los escándalos de los árbitros, recordando que en la ida anularon un gol al RB Leipzig en los primeros minutos. El elenco alemán, a pesar de esos gigantescos errores, arrinconó al Real Madrid en la capital española e incluso estuvieron cerca de forzar la prórroga, pero por cuestión de centímetros no entró un gol de Dani Olmo que habría cambiado por completo la dinámica.
El árbitro perdona a Vinicius
Carlo Ancelotti decidió priorizar el control al ataque contra el RB Leipzig, por lo que apostó por un equipo plagado de centrocampistas, exceptuando Bellingham y Vinicius. Pero ese sistema no le dio tranquilidad a los merengues, debido a que el elenco alemán inquietó en algunos momentos, sobre todo con un Openda que no pudo aprovechar su mejor oportunidad.
Cuando el partido empezaba a complicarse para el Real Madrid, apareció el arbitraje de Davide Massa para influir a favor de la causa blanca. Vinicius mereció la tarjeta roja por una escandalosa agresión sobre Orbán, al que golpeó con las dos manos en el cuello; sin embargo, el principal solo sacó la amarilla al extremo brasileño, que minutos después se encargó de abrir el marcador.
Olmo, cerca de un golazo
A pesar de ese escándalo arbitral, el RB Leipzig estuvo cerca de complicar mucho más la noche de los merengues. Tan solo unos minutos después del gol de Vinicius apareció el empate de Orbán. Esa anotación dio alas al elenco de Marco Rose, que siguió apretando hasta dar con otro tanto para forzar el encuentro a la prórroga.
Dani Olmo, canterano del Barça, tuvo en sus pies esa anhelada anotación, pero su disparo en el tiempo añadido se estrelló en el larguero. Los aficionados merengues lograron respirar después de lo que fue una desastrosa presentación del Real Madrid, pero que igualmente consigue los cuartos de final de Champions a partir de las decisiones de los árbitros en los dos partidos.