La fortuna vuelve a sonreír al Real Madrid. A pesar de haber mostrado una imagen defensiva realmente negativa, el equipo dirigido por Ancelotti pudo sellar su clasificación a la final de la Supercopa de España tras superar en la prórroga (5-3) al Atlético de Madrid en lo que fue una lluvia de goles. A pesar de la cantidad de anotaciones, el jugador más importante para el lado merengue fue Dani Carvajal con un gol y una asistencia.
Con el triunfo, el elenco blanco pasa toda la presión al Barça de Xavi Hernández, que en menos de 24 horas tendrán que enfrentarse en las semifinales al CA Osasuna. Si el conjunto azulgrana consigue superar su duelo, estaremos ante la repetición de la final del año pasado.
Golazos de lado y lado
La primera mitad fue una demostración de mucha precisión en ataque y debilidad en defensa. El Atlético fue capaz de golpear primero con el gol de Mario Hermoso, pero tuvo una respuesta casi inmediata con el tanto de Rudiger. En esos minutos fue creciendo el elenco merengue, llegando a generar muchos problemas a la última línea colchonera. Esa insistencia se pudo transformar en un golazo de Ferland Mendy dentro del área como si fuera un delantero de toda la vida.
Pero el equipo rojiblanco no iba a bajar los brazos tan fácilmente. Antes de llegar al descanso apareció la figura salvadora de Antoine Griezmann, que pudo eludir la marca de dos rivales para marcar una espectacular anotación desde fuera del área. No solo representó el gol de la igualdad, sino también el tanto que le permite convertirse en el máximo artillero (174) de la historia del Atlético de Madrid, superando a Luis Aragonés de esa cima.
Tensión hasta el final
Esas revoluciones que se vieron en la primera parte se fueron cayendo a partir del descanso. Las posesiones fueron más largas, debido a la necesidad de los equipos de evitar exponerse en defensa. Aún así, Oblak tuvo que intervenir en un par de ocasiones para asegurar la igualdad para los suyos. Esas atajadas dieron alas para que el conjunto de Simeone pudiera volver a recuperar un poco más de volumen en ataque.
La ilusión colchonera llegó con el autogol de Rudiger, que chocó con Kepa en su intento por evitar el cabezazo de Morata. Parecía que esa anotación representaba la llave directiva del Atlético para la final de la Supercopa de España, pero Carvajal pudo aprovechar su oportunidad de gol para igualar las acciones en una jugada que empezó Vinicius como mucha verticalidad desde la banda izquierda. A pesar de los esfuerzos de los merengues, el encuentro tuvo que trasladarse hasta la prórroga.
El Madrid se sale con la suya
La prórroga se vivió con mucha tensión. El Real Madrid mantuvo su búsqueda del dominio posicional en campo rival, aunque sin amenazar con tanta contundencia. Pero, como suele ser costumbre, el equipo de Ancelotti tiene una cuota de fortuna que le permite sacar adelante partidos que se hacen complicados. En este caso fue a partir de un cabezazo de Joselu que se fue desviado en Savic --autogol--, dejando sin opciones a Oblak para evitar el tanto.
Con el Atlético volcado a buscar el gol en un tiro de esquina, el equipo merengue solo tuvo que marcar el golpe final a partir de la precisión de un Brahim Díaz que consiguió sacar provecho de que Oblak se encontraba en el área del Madrid. Una anotación que sentenció el encuentro, provocando una enorme frustración a los de Simeone.