Carlo Ancelotti es un técnico que suele ser muy prudente. Poco partidario de declaraciones altisonantes, en los últimos días se había mostrado algo más combativo al defender a Vinicius y al ironizar sobre el arbitraje de Del Cerro Grande en el Sevilla-Real Madrid. El lunes, un día antes del partido contra el Braga de la Champions, estaba mucho más relajado.
El Real Madrid ha ganado los dos partidos que ha disputado de la Champions. Contra el Unión Berlín en el Bernabéu y contra el Nápoles en el Diego Armando Maradona. En Europa, el equipo blanco ha resuelto perfectamente sus primeros duelos y Ancelotti espera otra victoria en Portugal.
Al acabar la rueda de prensa previa al partido contra el Braga, Ancelotti se dirigió a los periodistas en un tono muy distendido y dijo: "Lástima que hoy nadie me ha preguntado cuál será el once porque lo tenía aquí anotado y os lo iba a decir".
Malestar en Sevilla
Ancelotti estaba tranquilo y de buen humor. El sábado, en Sevilla, no tanto. El Real Madrid empató en el Sánchez Pizjuán y el técnico italiano estaba molesto con el arbitraje. Cuando le preguntaron, se contuvo.
"No tengo libertad de expresión; si digo lo que pienso de algunos árbitros no me dejan hacer mi trabajo, y yo quiero sentarme en el banquillo", manifestó Ancelotti, molesto también por las constantes críticas que recibe Vinicius por su talante provocador.
El clásico de la Liga
Ancelotti espera que el Real Madrid tenga una noche tranquila en Portugal. El sábado, su equipo debe jugar contra el Barça en Montjuïc. Será el primer clásico de la Liga. De momento, los blancos tienen 25 puntos, uno más que los barcelonistas, que esperan recuperar a algunos lesionados.