Nuevo escándalo de Competición: Valverde, libre de sanción tras su puñetazo a Baena

Polémica a la vista, y nuevamente favorable al Real Madrid en términos deportivos. Después de la agresión que protagonizó contra Álex Baena con puñetazo incluido, Fede Valverde no será sancionado por el Comité de Competición. Cabe recordar que el centrocampista del Real Madrid agredió al jugador del Villarreal en el parking del Santiago Bernabéu, tras un partido entre ambos equipos en abril.

El caso es que dicha acción no tendrá consecuencias en forma de sanción. Según ha adelantado El Español y confirmaron diversos medios de comunicación, entre ellos Culemanía, el Comité de Competición ha decidido archivar el expediente tras aceptar las alegaciones presentadas por el Real Madrid.

Pruebas no concordantes para la justicia

A principios del pasado mes de julio, ya se supo que el caso quedaba sobreseído por la justicia ordinaria. Según El Español, "la declaración de Álex Baena presentaba graves incongruencias en relación a lo grabado por las cámaras del Santiago Bernabéu.

Por dicha razón, el Juzgado de Instrucción Número 48 de Madrid sobreseyó la causa tras la denuncia interpuesta, algo que ha refrendado el Comité de Competición". En este sentido, se recalca que "el relato del futbolista del Villarreal no concordaba con los vídeos aportados por el Real Madrid a la Policía. Esto provocó que la juez del caso señalase los hechos como no probados".

Sanción de tres partidos para Fede Valverde Kiko Huesca EFE

La sanción que Valverde no cumplirá

Meses atrás el juez instructor de la RFEF, Juan Antonio Landabarea, propuso una sanción de cinco partidos a Valverde. Una sanción que finalmente no cumplirá. De haberlo hecho, se hubiese perdido las primeras cinco jornadas de Liga ante Athletic Club, Almería, Celta, Getafe y Real Sociedad.

Carlo Ancelotti, por fortuna para los intereses del Real Madrid, podrá disponer de los servicios del jugador charrúa para cada uno de dichos encuentros. Y el jugador podrá respirar tranquilo tras haberse marchado de rositas, librándose de un castigo más que merecido por agredir a un compañero de profesión.