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El Barça, durante muchos años, tuvo un dueño en la banda izquierda: Jordi Alba. El lateral de L'Hospitalet fue titular con Tito Vilanova, con el Tata Martino, con Luis Enrique y también lo fue con Ernesto Valverde. No era fácil ser su recambio, ni tan siquiera para dos cracks como Alejandro Grimaldo y Marc Cucurella.

Luis Enrique cerró la puerta de Grimaldo y el futbolista valenciano fichó por el Benfica. En el Miniestadi también hablaban maravillas de Cucurella, un tipo muy extrovertido y con una gran proyección ofensiva, que subía y bajaba a todo gas por la banda izquierda.

Eibar y Getafe

Valverde, un técnico muy pragmático en la gestión del vestuario, nunca tuvo buenas sensaciones con Cucurella, que fue cedido al Eibar. Apostó por Miranda, que tampoco tuvo mucho recorrido y acabó en el Betis.

Xavi saluda a Valverde

Cucurella, superado el golpe, fue traspasado al Getafe, el primer club en el que brilló, y luego fue vendido al Brighton. En el equipo del sur de Inglaterra era el jugador más carismático y querido por la afición.

Brighton y Chelsea

El Chelsea, necesitado de un lateral profundo, tiró la casa por la ventana y, en 2022, pagó 65 millones de euros por el futbolista de Alella. Sus inicios en Stamford Bridge fueron complicados, pero hoy es una pieza básica para Maresca.

Cucurella, en el partido entre España e Italia EFE

Cucurella echa de menos al Barça, pero, con 27 años, asume que su regreso al Camp Nou es casi utópico. Hoy es un futbolista mucho más maduro y completo del que se fue del Barça. Es intenso y mucho mejor defensor, y también un jugador con mucho protagonismo en la selección española.

Seca a Lamine Yamal

Especialmente motivado contra el Barça, Cucurella ha frenado a Lamine Yamal y ha sido un incordio para la defensa del  Barça. El  gol del Chelsea, a los 27 minutos, llegó tras una incursión suya por la banda derecha.

Hoy, Cucurella tiene un valor de mercado, según Transfermarkt, de 45 millones de euros, pero es un lateral muy completo, mucho más trascendente que Balde. En el Barça, probablemente, más de uno lamenta que Valverde no apostara por él, otro valor de la Masía, pero entonces el salto al primer equipo solía ser más complicado. Hansi Flick seguro que viviría mejor con él.

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