El Barça abrió, el pasado sábado, las puertas del Camp Nou tras casi dos años y medio de obras. Todavía quedan dos años o más de trabajos, pero el club ya tiene la licencia 1B, que le permite jugar ante 45.401 espectadores. En 2027, el estadio barcelonista podrá acoger a 104.600 espectadores, todos cubiertos, y su transformación será imitada por el Chelsea. El club del oeste de Londres proyecta un nuevo Stamford Bridge para 55.000 aficionados.
Fundado en 1905 por empresarios muy ricos de Londres, el Chelsea es el gran club del oeste de la capital inglesa. Hasta su compra por parte de Roman Abramovich, vivió a la sombra del Arsenal, pero hoy puede presumir de ser el único equipo londinense que ha ganado la Champions.
Campo más antiguo que el club
Stamford Bride, curiosamente, se estrenó en 1877, antes que naciera el Chelsea, y está situado en el barrio de Fulham. Actualmente, tiene poco más de 40.000 asientos y es un campo con instalaciones muy obsoletas. Su capacidad, además, frena los ingresos de un club cada vez más global.
Stamford Bridge, lleno
La compra del Chelsea, antes en manos de Abramovich, le costó 5.000 millones de euros a Todd Boehly en mayo de 2022. Ya entonces, el millonario estadounidense ya proyectó la construcción de un nuevo campo en los actuales terrenos.
El coste
Boehly proyecta un nuevo Stamford Bridge para 55.000 espectadores, algo más pequeño que los estadios del Arsenal y del Tottenham, y espera estrenar la nueva casa del Chelsea en 2030. Durante las obras, el equipo azul de Londres se trasladaría a Wembley.
Futuro Stamford Bridge
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