Ter Stegen manda un aviso a Joan García y Szczesny: el gran dilema de Deco para la portería del Barça

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, apagó el pasado verano un incendio en el vestuario del primer equipo. El fichaje de Joan García amenazaba por primera vez la titularidad de Marc André Ter Stegen, y el cancerbero alemán se negaba en un principio a firmar el informe médico que acreditaba un tiempo de baja superior a los cuatro meses. El máximo dirigente de la entidad tuvo que reunirse en privado con el cancerbero alemán para reconducir la situación provisionalmente. 

El primer capitán ya toca balón en el césped de la Ciutat Esportiva Joan Gamper, como ha compartido en un vídeo, y acelera para un regreso a las convocatorias que apunta a finales de 2025 o principios de 2026. Aviso a sus competidores por el arco. La apuesta del director del área de fútbol, Deco, y el técnico del Barça, Hansi Flick, es Joan García. El guardarredes germano tendrá que acostumbrarse por primera vez a un rol de suplente que comportaría perder el tren del Mundial de 2026, salvo que el portero de Sallent vuelva a lesionarse. El director deportivo se enfrenta a un dilema crucial para evitar nuevas tensiones en el vestuario. 

"Prefiere ser espectador"

Por un lado, el rendimiento de Wojciech Szczesny no está a la altura de las exigencias en la portería barcelonista. El guardameta polaco encajó tres goles en tres mano a mano en Brujas (3-3) y carece de esos reflejos milagrosos que sí exhiben rivales directos como Thibaut Courtois en el Real Madrid. Después de haberse retirado temporalmente una primera vez, Tek aceptará cualquier rol sin rechistar y orgulloso de aportar su grano de arena.

Wojciech Szczesny en el Brujas-Barça de la Champions League EFE

Su hermano Jan Szczesny ha desgranado dicho conformismo en una entrevista con WP Sportowe Fakty: "Sé que Wojtek prefiere ver a sus compañeros desde el banquillo y ayudar si es necesario. Todavía veo una chispa en él después de cada buena parada en un partido, y me alegra porque disfruto viéndolo jugar". En este punto de su carrera, prefiere "ser espectador que participante", puesto que ya ha "vivido bastante" y ya ha jugado "todos los partidos importantes".

Ambición o conformismo

Sin lugar a dudas, es un plus para un entrenador disponer de un futbolista servicial y conformista, siempre que rinda al máximo nivel. En el otro lado de la balanza, Ter Stegen no recibirá de buen grado su estancia habitual en el banquillo. Las llamas del incendio sofocado por Laporta pueden reavivarse.

Por otro lado, esa ambición contrapuesta al conformismo también puede fomentar una competencia sana para elevar el nivel tanto de Joan como del propio Marc bajo palos. Mayor rivalidad y tensión, a la par que una pareja de porteros más nivelada.