Seis amarillas y un expulsado: el acta arbitral tras un Real Madrid-Barça muy ‘calentito’

El Real Madrid-Barça evoca la rivalidad entre aquellos eternos rivales entrenados por José Mourinho y Pep Guardiola 15 años atrás. La tensión, las provocaciones y el trash talking vuelven en su máxima expresión. El equipo merengue se lleva el primer clásico de la temporada (2-1), tras una trifulca que ha eclipsado el resultado final. El árbitro César Soto Grado, discutido desde la previa del encuentro por su controvertido currículum, no ha dado abasto con las sucesivas polémicas sobre el campo.

Primero, el penalti que ha pitado sobre Vinicius Jr y ha anulado instantes más tarde, tras revisar la acción en el monitor. Después, otra pena máxima por mano de Éric Garcia, señalada a instancias de la sala VAR. Por último, una expulsión rigurosa a Pedri con segunda tarjeta amarilla en el último suspiro del encuentro, según el acta, por "derribar de forma temeraria a un contrario en la disputa del balón". La acción ha precedido la tangana final, que ha obligado a intervenir hasta a la policía. La disputa se ha saldado con una tarjeta roja y otras seis cartulinas amarillas reflejadas en el acta.

Expulsados

Pedri ha pagado excesivamente cara su frustración al perder el control en una conducción. El volante canario se ha lanzado sobre el césped al balón dividido y ha derribado a Aurelién Tchouameni. La infracción le ha costado la segunda amarilla.

En el conato de pelea posterior a su expulsión, Andriy Lunin se ha llevado el castigo más severo del árbitro. El guardameta ucraniano, suplente, se ha encarado con jugadores del banquillo rival, "en actitud agresiva". Sus propios compañeros han tenido que sujetarlo, como reflejan las anotaciones de Soto Grado. 

Festival de amonestaciones

Por parte madridista, Vinicius Jr ha recibido la amarilla por su calentón en la primera trifulca. El colegiado no recoge el calentón posterior con Lamine Yamal de camino a los vestuarios: "Por encararse con un adversario sin llegar al insulto o la amenaza, desde el banquillo". Sus compatriotas Eder Militao y Rodrygo Goes sí que han sufrido la misma amonestación por la tangana final: "Una vez finalizado el partido y encontrándose aún en el terreno de juego, por encararse con un adversario sin llegar al insulto o la amenaza". 

En el bando barcelonista, la respuesta a las provocaciones del rival también se ha correspondido con tres tarjetas amarillas. Alejandro Balde, por el primer cruce dialéctico en la zona de banquillos: "Por encararse con un adversario sin llegar al insulto o la amenaza desde el banquillo". Ferran Torres, por el barullo final en el centro del campo: "Una vez finalizado el partido y encontrándose aún en el terreno de juego, por encararse con un adversario sin llegar al insulto o la amenaza". En cuanto a Fermín López, un empujón minutos antes a Dani Ceballos de "forma temeraria" le ha costado la amonestación.