Lamine Yamal habló poco en el Bernabéu. Tan elocuente como había sido en los días previos, atizando al Real Madrid en una charla distendida con Ibai, el crack del Barça se quedó mudo en el clásico. Hizo muy poco. Evidenció que está muy lejos de su mejor forma.
El Barça tiene un problema con Lamine. El futbolista parece haberse endiosado. Hansi Flick dice que no le preocupa su vida privada, pero su rendimiento es muy inferior al de la pasada temporada. Entonces era un jugador desequilibrante. Con gol. Era temido por todos los rivales.
El apagón
En Madrid, Carreras le ganó la partida a Lamine. No estuvo bien ni provocó grandes quebraderos de cabeza en el rival, como si no hubiera superado del todo sus problemas en el pubis. Necesita centrarse y pensar más en el fútbol y menos en otros asuntos. Nicki Nicole y sus escapadas relámpago en helicóptero, la Kings League, la posible compra de la casa de Shakira y Piqué, las polémicas de su padre, las fiestas... demasiados focos de (des)atención.
Lamine Yamal, en el Bernabéu
El apagón de Lamine fue la peor noticia para el Barça. El Madrid, en cambio, celebró el gran partido de Mbappé, máximo goleador de la Liga con 11 goles. Si no reacciona pronto, tampoco ganará el Balón de Oro en 2026. Hoy no es el mejor futbolista del mundo. Ni de lejos.
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