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Cuando Jorge Mendes aterriza en Barcelona, se activan las alarmas. El representante portugués es de los más poderosos e influyentes del mundo. Mantiene una buena relación con Joan Laporta y, en su cartera, tiene a varios clientes del Barça: Alejandro Balde, Marc Casadó, Guille Fernández y Lamine Yamal. El pasado 15 de octubre, el superagente luso puso un pie en la Ciudad Condal y fue el diario Sport el que reveló la reunión el 10 azulgrana.

El de Mendes fue un viaje exprés, para verse con Lamine Yamal, posteriormente hacer lo mismo con Deco y luego hacer las maletas de nuevo. El propietario de Gestifute, su empresa de representación, comió con el extremo de 18 años.

Jorge Mendes, acudiendo a un acto en una imagen de archivo REDES

La cumbre duró aproximadamente tres horas. Mendes estuvo acompañado por varios miembros de su equipo, entre ellos su ayudante Sergio Alves. Entre todos le hicieron saber que debe mejorar ciertos detalles disciplinarios, según ha revelado el pódcast Barça Reservat de Catalunya Ràdio.

Deco, de acuerdo

El intermediario portugués aconsejó al futbolista sobre algunas actitudes que debe cambiar en cuestiones de vestuario. Ninguna grave, por eso. No se incidió en su vida privada y la comida, que duró tres horas, estuvo avalada por el director deportivo del Barça, Deco.

Deco, director deportivo del Barça, en un acto EFE

La misión de ambos era convencer a Lamine Yamal de que debe centrarse totalmente para que pueda alcanzar su máximo nivel como futbolista. Tras la reunión con el extremo azulgrana, Mendes se vio con Deco. Posiblemente, le trasladaría lo hablado con el genio de Rocafonda.

Con el director deportivo, también se pondrían más temas encima de la mesa. Marc Casadó no está teniendo tantos minutos como la temporada pasada y, durante el verano, se husmeó sobre su posible salido rumbo a la Premier League. Guille Fernández está lesionado, pero detrás tiene a varios grandes de Europa. La visita de Mendes a la Ciudad Condal fue de provecho.

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