El FC Barcelona se llevó el gato al agua en el Ciutat de València (2-3). Sufriendo de lo lindo, eso sí. En la primera mitad, el planteamiento defensivo de Julián Calero ahogó a los pupilos de Hansi Flick. Además, los veloces contraataques del Levante golpearon al cuadro azulgrana. No obstante, en el segundo acto, el cuadro azulgrana, vestido de verde, impuso sus normas y terminó remontando el partido.
Fue un partido donde, además del espectáculo futbolístico, hubo una gran polémica. Sobre la bocina del primer acto, un chut de un delantero del cuadro granota rebotó en el brazo de Alejandro Balde. Estaba pegado al cuerpo. Sin embargo, Hernández Hernández consideró que el lateral del Barça buscaba ocupar más espacio con su extremidad. Así pues, señaló una pena máxima que acabó en el fondo de las mallas tras el lanzamiento de José Luis Morales.
Penalti a Lewandowski
Ya en la segunda parte, el cuadro azulgrana salió con los colmillos muy afilados. De hecho, mordió por partida doble al Levante nada más reanudarse el encuentro. Pedri anotó un golazo en el 49 y, tres minutos después, Ferran colocó el empate en el tanteador. Desde ahí, los culés estuvieron tratando de completar la remontada constantemente, hasta que llegó en el añadido. Sin embargo, el trabajo se les podría haber facilitado bastante a falta de diez minutos para el final.
El excolegiado Xavier Estrada Fernàndez analizó en su cuenta de X una acción de penalti sobre Lewandowski no señalada. En el minuto 81, Elgezabal, central que marcó en propia el tanto que dio la victoria al Barça, le dio una patada en el área pequeña. Según el trencilla retirado, el árbitro del partido debió indicar pena máxima. No solo no lo hizo, sino que su decisión fue un balón a tierra a favor del Levante. Esta jugada apenas ha recibido atención, pero Lewy seguro que se acuerda.
Jules Koundé, Robert Lewandowski y Andreas Christensen, en el banquillo durante el Levante-Barça