El Barça tuvo un debut tan extraño como plácido. Un temprano gol de Raphinha fue el punto de partida de la victoria barcelonista en Son Moix. El segundo gol de Ferran Torres, muy discutido, tuvo un efecto devastador para el Mallorca, que acabó desquiciado y con dos futbolistas expulsados en la primera parte.
Hansi Flick criticó que sus jugadores actuaran al 50% con todo a su favor. No le gustó que el equipo se relajara. El Barça siempre tuvo el control del partido, pero el técnico quería más goles. Más ambición.
La polivalencia
El técnico alemán, no obstante, alabó el rendimiento de Lamine Yamal y de los jóvenes. No valoró el partido de Éric García, pero está encantado con el rendimiento del defensa de Martorell.
Joan García y Éric García se saludan tras ganar el Barça al Mallorca
Éric García estaba en venta hace un año. Había regresado del Girona y el club estaba por la labor de venderlo. Flick, sin embargo, frenó su salida. Valoró que es un jugador que puede jugar de defensa central, su demarcación habitual, pero también puede actuar como mediocentro y como lateral derecho.
Koundé y Cubarsí
En Mallorca, Éric jugó inicialmente por la banda derecha. En un gran momento de forma fue titular, en detrimento de Koundé, y cumplió sobradamente. Es un jugador más defensivo que ofensivo, aunque no desentona en ataque, y es un buen socio para Lamine Yamal.
Los futbolistas del Barça celebran el primer gol, de Raphinha, al Mallorca
Éric comenzó como lateral y acabó como central, posición que ocupó cuando Flick retiró a Cubarsí. El de Martorell es un futbolista multiusos, solvente en tres demarcaciones y cada vez más fiable. Con él, el técnico del Barça está tranquilo y ahora espera que el club renueve su contrato. Igual que ha hecho, recientemente, con Koundé.