El peor escenario para el Barça-Real Madrid: la semana grande comienza con una derrota devastadora

El Barça de Hansi Flick no ganará el soñado triplete. La Champions, una vez más, ha sido despiadada con un equipo que murió en la orilla. Cuando parecía que celebraría otra remontada épica, el gol de Acerbi tuvo un efecto devastador. La sentencia llegó en la prórroga, con los futbolistas exhaustos, impotentes. Al grupo azulgrana le costará sobreponerse a una derrota tan cruel y, lo peor: el domingo, el Barcelona se juega la Liga contra el Real Madrid.

Manda el Barça en la Liga. El equipo de Flick tiene 79 puntos, cuatro más que el Madrid, y ha marcado 91 goles, 22 más que su gran rival. Las estadísticas reflejan que el grupo barcelonista ha sido muy superior. También constatan que el Barcelona ha ganado los tres clásicos del curso actual: 0-4 en el Bernabéu, 2-5 en la final de la Supercopa y 3-2 en la final de la Copa del Rey. La historia, sin embargo, puede ser muy distinta el próximo domingo.

El descanso

El Barça afrontará el clásico al límite. Está muy tocado física y anímicamente. La gran preocupación de Flick es que sus futbolistas puedan descansar y desconectar las próximas horas. En Madrid, en cambio, Ancelotti tiene mucho más tiempo para afrontar un duelo a vida o muerte. Una derrota sería casi definitiva, pero una victoria madridista añadiría una presión insoportable, o casi, al Barcelona.

Hansi Fllck, en Milán EFE

Inzagui y Lautaro celebran la victoria del Inter EFE

Flick, un técnico muy metódico y perfeccionista, deberá intensificar el trabajo motivacional. Su Barça nunca se rinde y, posiblemente, tiene más deseo que el Real Madrid, campeón de la Liga y de la Champions en 2024. El entrenador alemán podrá contar ya con Lewandowski en el equipo titular y podría introducir algún cambio en el centro del campo y la defensa para frenar a Vinicius, Mbappé y compañía.

La guerra anímica

Barça y Real Madrid son vasos comunicantes. Las desgracias de uno siempre son celebradas por el otro. El equipo de Ancelotti ya ha superado el luto por su eliminación de la Champions. Mucho más le costará a los barcelonistas, que no conquistan Europa desde 2015. 

El delantero Lautaro marca el primer gol del partido EFE

Modric y Mbappé, decepcionados por la goleada del Arsenal EFE

La guerra anímica ya ha comenzado en Madrid. El Barça ya no parece tan poderoso. En Milán dio síntomas de debilidad en la primera parte. Sufre mucho en defensa y el grupo de Ancelotti le debe una alegría a su afición.

Las bajas

Sin Koundé y, posiblemente, sin Balde, es Barça intimida mucho menos. Flick podría prescindir de Dani Olmo y dar entrada a Gavi o Fermín, y en ataque necesitará la mejor versión de Lamine Yamal, un menor de edad con mucho talento y desparpajo, que nunca se esconde. No estuvo acertado en Milán, pero puede redimirse en Barcelona. Ahora más que nunca, el equipo necesita su magia. Ganar la Liga es casi una obligación para el equipo y, sobre todo, para el club que vive tiempos muy convulsos con Joan Laporta como presidente.