Lamine Yamal pide el cambio y dispara las alarmas del barcelonismo: la última hora

El FC Barcelona ha cumplido con los pronósticos y ha arrasado al Borussia Dortmund (4-0) en el Estadi Olímpic Lluís Companys. El propio Barça es el único precedente de una remontada de cuatro goles en contra, en aquella noche mágica de 2017 contra el PSG (6-1). Esta vez, la solidez de los pupilos de Hansi Flick no hace presagiar un descalabro de la magnitud de Roma o Anfield. Todo ha salido a pedir de boca, con portería a cero. Sin embargo, Lamine Yamal ha dado el susto en los instantes finales.

La estrella de Rocafonda ha encendido las alarmas al pedir el cambio a falta de 10 minutos, justo después de completar el marcador con el cuarto gol del partido. Rara vez, la promesa de 17 años solicita al cuerpo técnico que lo retire del campo. Afortunadamente, todo ha quedado en anécdota, como han confirmado el míster y Alejandro Balde en zona mixta. "No sabía que había pedido el cambio, ahora lo he visto y estaba bien. Con 17 años es de los mejores del mundo, y es espectacular compartir vestuario con él", ha dicho el lateral.

Gesto con Ansu

El técnico alemán ni siquiera ha hablado de molestias ni dolencia alguna, preguntado por una sustitución también inesperada por el recambio. Ansu Fati ha sumado su segunda participación este año 2025 a partir de su entrada en el terreno de juego en el minuto 86. Precisamente, el periodista Miquel Blàzquez apunta que el jovencísimo delantero habría pedido el cambio a propósito, para que el 10 pudiera tener minutos. Un gesto de compañerismo que honra todavía más al prodigio barcelonista.

"Sí, Lamine está bien, totalmente. Ha jugado demasiados minutos últimamente, así que quería darle descanso y que Ansu tuviera minutos. Ansu está entrenando muy bien y se merecía jugar", ha justificado el estratega germano el cambio. 

Lamine Yamal y Ansu Fati charlan alegres, después de la victoria del Barça contra el Borussia Dortmund EFE

Curiosamente, en otra batalla de Champions League extenuante como el empate ante la Atalanta (2-2), Lamine se marchó disgustado del campo en el minuto 96, pues se quedó con las ganas del triunfo. El propio Flick tuvo que consolarlo a pie de campo, consciente de la decepción de quedarse con la miel en los labios del primer puesto en la fase de liga europea.