
Los jugadores del Barça celebran el segundo gol, de Lewandowski EFE
El tridente de Flick destroza al Dortmund: recuerda al Barça del triplete de Luis Enrique
El equipo azulgrana, a un paso de las semifinales tras ganar al Borussia por 4-0 en Montjuïc, con goles de Raphinha, Lewandowski (dos) y Lamine
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El Barça de Hansi Flick no se pone límites. Ni en la Liga, ni en la Copa y, mucho menos, en la Champions. No va sobrado el equipo, con mucha tralla en el cuerpo, pero tiene mucho deseo. En un club en permanente estado de alerta, con trifulcas de todo tipo, los culés se agarran a Lamine Yamal, Lewandowski (40 goles ya) y compañía para soñar a lo grande. La final de Múnich está un poco más cerca. Hace un año, el Barça lloraba sus penas. Ahora sonríe.
No gana la Champions el Barça desde 2015, dirigido entonces por Luis Enrique y con un tridente demoledor en ataque: Messi, Suárez y Neymar. Aquel era un equipo muy vertical, como el de Flick, pero tenía muchas más tablas. El Barça actual es más imprevisible, pero también tiene mucho talento. Pedri es el nuevo Xavi y Lamine cada día se parece más a Messi. El actual técnico, si acaso, no es tan visceral como el actual entrenador del PSG.
Figura muy respetada
El Barça de Luis Enrique, con su famoso triplete, frustró el asalto a la presidencia de Laporta y benefició a Bartomeu. El actual es la tabla de salvación del abogado barcelonés, un presidente que vive al día, con malabares económicos dudosos, y demasiado visceral. Hoy está eufórico, pero algún día podría salir en globo del club.

Lamine marca el cuarto gol del Barça al Borussia Dortmund EFE
Flick, de momento, pide calma. El técnico alemán es la figura más respetada en el Barça. Es sensato y exigente a partes iguales. También es cercano y detesta las excusas. Su gestión es aplaudida por los barcelonistas, cada vez más ilusionados con conquistar Europa, el escenario que mejor retrató su decadencia y turbulencias.
A todo trapo
El partido contra el Borussia Dortmund no era uno más y el Barça arrancó a todo trapo, con tres claras ocasiones de gol en los primeros siete minutos. Salió desbocado el equipo azulgrana, con ganas de noquear pronto al rival, que resistió las embestidas iniciales de Lewandowski y, sobre todo, Lamine Yamal. El joven crack barcelonista era una pesadilla para Bensebaini, superado una y otra vez.

Los jugadores del Barça celebran el gol de Raphinha EFE
El Barça quería agitar el partido y el Borussia intentaba ralentizarlo. La solución para derribar el muro amarillo llegó en una jugada de estrategia: falta lanzada por Fermín, cabezazo de Iñigo, remate de Cubarsí y Raphinha, en la misma línea de gol, que empuja el balón dentro de la portería de Kobel. La ansiedad del brasileño por marcar pudo pagarla cara su equipo.
Los errores de Guirassy
Era un equipo discontinuo el Barça. Con muchos altibajos, con chispazos en ataque, pero sin demasiada chispa y frágil en defensa. Hasta tres claras ocasiones de gol concedió el grupo azulgrana, salvado por la mala puntería de Guirassy.

Guirassy remata a portería EFE
Perdonó el Dortmund en los compases finales de la primera parte y encajó otro golpe al comenzar el segundo acto en una jugada iniciada por Pedri y culminada por los tres delanteros: Lamine, Raphinha y Lewandowski. Con pocos chispazos, el Barça recuperó las constantes vitales.
Un Barça letal
El gol de Lewandowski tuvo un efecto devastador para el Dortmund, un equipo con un pasado glorioso, pero, actualmente, muy discreto. Con más corazón que cabeza, el grupo amarillo abrió las líneas y con todo a su favor, estuvo más cómodo el Barça. Lewandowski, de nuevo, marcó y solucionó la primera entrega de los cuartos de final de la Champions, rematada por Lamine. Con el viento a favor, el equipo de Flick fue letal y el técnico hasta dio minutos a Ansu Fati. La final de Múnich ya no parecía una utopía.