Tarjeta amarilla: Éric García

Éric García es un futbolista al que Hansi Flick ha recuperado para la causa. No rindió a buen nivel durante la etapa de Xavi Hernández en el banquillo, pero esta temporada, tras pasar un curso cedido en el Girona, ha dado un salto de calidad. Se muestra más solvente y seguro en defensa, cosa que le costó en el pasado. En la faceta ofensiva suele marcar las diferencias por su notable salida de balón. 

Este jueves, sin embargo, no ofreció su mejor versión defensiva en el Barça-Osasuna (3-0) a pesar de que contribuyó a mantener, otra vez, la portería a cero. Sufrió para contener a los jugadores ofensivos del conjunto pamplonica y jugó con fuego en algunas acciones peligrosas. Donde más miedo da Éric es en la pérdida de balones comprometidos y en acciones de falta que van muy al límite. Contra el Osasuna vio una tarjeta amarilla muy prescindible y en alguna acción se jugó la segunda. 

Al límite en defensa 

Como contrapartida, demostró su calidad en la construcción desde atrás, combinando bien con De Jong y Pedri, siempre apoyado en Iñigo o Koundé, clarividente en algunos momentos. Debe mejorar esa contundencia defensiva, esa anticipación y también en la línea del fuera de juego. 

Éric García se lleva una tarjeta amarilla en el Barça-Osasuna EFE

Éric tendrá un papel importante en este tramo final de curso. De hecho, ha participado con buena nota en los últimos ocho partidos de Liga, siendo titular en tres de ellos. La lesión de Casadó le puede convertir en una alternativa importante para el centro del campo, con permiso de Gavi, como recambio para De Jong. Es el momento decisivo del curso y Éric debe seguir creciendo. No es momento para despistes.