El Barça rinde su particular homenaje al Doctor Miñarro: monólogo para encarrilar la Liga

Llegó el partido que nadie quería jugar, el aplazado el pasado 8 de marzo por la trágica muerte del doctor Carles Miñarro. "Es un marrón", dijo el presidente del Osasuna, Luis Sabalza, antes de comer junto a Joan Laporta este domingo. El Barça, incluso, tuvo que celebrar otro sentido minuto de silencio por el fallecimiento del padre de Iñaki Peña. A pesar de todo, los azulgranas sacaron los tres puntos de manera muy cómoda y marcaron distancias con el Real Madrid.

Flick sacó a de inicio a Gavi, a Ferran Torres y a Éric García en detrimento de un Robert Lewandowski recién llegado del parón y un Raphinha al que el míster obligó a descansar. No logró retener a Ronald Araujo, quien insistió este mismo jueves para entrar en la convocatoria. El resto, pese al parón, fueron los habituales.

La mordida del 'tiburón'

En los primeros minutos, uno de los futbolistas más frescos, ausente en la Roja de Luis de la Fuente, Alejandro Balde, fue la mejor arma del Barça. Tras un buen desmarque, el lateral barcelonés la puso en el corazón del área, tensa, para un Ferran que llegaba a la carrera. Como el tiburón que localiza a su presa. El delantero de Foios solo tuvo que poner la bota para empujar el centro perfecto de Balde. Antes, el balón había llegado a la banda gracias a una preciosa pared de Frenkie de Jong entre líneas.

Ferran Torres celebra su gol contra el Osasuna EFE

Tras el primero, Herrera detuvo otra gran ocasión de Ferran. Todo se clarificó para el Barça, que luego encontró a Olmo al espacio de la defensa. Pedri la puso a las mil maravillas y el portero de Osasuna tumbó al mediapunta egarense dentro del área. Fue precisamente Dani el que asumió la responsabilidad y erró el penalti.

En un mar de dudas

A Olmo le salvó el VAR. Moncayola tiró por tierra la gran acción de Herrera al entrar antes de tiempo al área. Y el volante egarense tiró de nuevo al lado izquierdo, engañando al guardameta. Le había ofrecido el balón a Pedri, pero el mago de Tegueste quería que Olmo recuperase la confianza tras fallar el primero.

Dani Olmo tira un penalti en el Barça-Osasuna EFE

Dani Olmo, tendido en el terreno de juego durante el Barça-Osasuna tras sufrir una lesión muscular REDES

El Barça quería solventar el partido por la vía rápida y lo pagaba caro. A los 26 minutos, tras su gol, Olmo pedía el cambio por molestias en el aductor. Había ido con España y tenido gran protagonismo. Fermín entró en su lugar. Pero el protagonista, como siempre, fue Pedri.

El '8' lleva la batuta

A Flick, posiblemente, le hubiera gustado que el 8 del Barça estuviera más ausente. Que se dosificase más. Pero su talento fue omnipresente. Con los dos goles de ventaja, Pedri llevó la batuta del partido. No así Lamine Yamal. Conscientes de su carga física, el peligro del elenco culé llegaba por la banda de Balde.

Así acabó la primera parte y también el resto del partido. Lamine dejó fogonazos, pero estuvo poco exigido. El Barça nunca perdió la comodidad ante un Osasuna muy mermado.

Minutos para todos

Flick decidió en el entretiempo dar descanso a De Jong, bajando a Gavi al pivote y metiendo a Pablo Torre a jugar. El encuentro bajó en intensidad y se convirtió en un monólogo, con el Barça manteniendo la posesión y tomando pocos riesgos.

Gavi lo da todo en el Barça-Osasuna EFE

El Barça, a diferencia de otros días, se contuvo. La premisa estaba clara. Con la lesión de Olmo, Flick ya tenía suficiente. Los azulgranas no fueron a por más goles, como hacen siempre. Antes del 70', Ferran se retiró para darle algunos minutos a Lewandowski.

Sin poner demasiado esfuerzo, el Barça sentenció el encuentro al contragolpe. Fermín se cabalgó el campo entero y puso un centro como la seda a la cabeza del delantero polaco. Montjuïc empezó a saltar y sonreír. Ovacionó a Pedri y Balde, que salieron por Pau Víctor y Gerard Martín. Cada vez hay más gente que cree que este equipo puede ganarlo todo. La Liga, por ahora, está encarrilada. El Barça le saca tres puntos al Madrid.