Raphinha y Araujo aplauden a la afición del Barça

Raphinha y Araujo aplauden a la afición del Barça EFE

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El Barça vuelve a meter miedo en Europa: Flick devuelve el honor perdido durante la última década

El equipo azulgrana acaba segundo en la liguilla y en el club sueñan con ganar la sexta Champions por las buenas vibraciones que transmite su entrenador

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El próximo 6 de junio se cumplirán 10 años de la final de la Champions de Berlín. 10 años de la última gesta del FC Barcelona. Con Luis Enrique en el banquillo y Messi, Suárez y Neymar en el campo, el equipo azulgrana derrotó a la Juventus (3-1) y se proclamó campeón de Europa por quinta vez. Desde entonces, las alegrías han sido mínimas para el Barça y las derrotas, sonadas. Ninguna tan dolorosa como el 2-8 de Lisboa contra el Bayern de Múnich.

Hansi Flick era, entonces, el entrenador de un Bayern que destrozó al Barça y liquidó una era gloriosa. El expresidente Josep Maria Bartomeu firmó su sentencia y el club encaró una nueva etapa, mucho más crispada y marcada por su delicada situación económica.

La lesión de Ter Stegen

Cuatro años y medio después del desastre de Lisboa, Hansi Flick es el encargado de reactivar al Barça. Y su fórmula, de momento, funciona. En el club están encantados con su trabajo, con su disciplina y con su talante tranquilo e inconformista. También con su gestión del grupo, con una excepción: la portería. El técnico alemán, sin quererlo, se ha metido en un buen jaleo. La lesión de Ter Stegen fue una noticia devastadora para un Barça que, hoy, no tiene un guardameta de primer nivel.

Hansi Flick da indicaciones durante el empate del Barça contra la Atalanta en Champions League (2-2)

Hansi Flick da indicaciones durante el empate del Barça contra la Atalanta en Champions League (2-2) EFE

Lamine y Raphinha, tras el primer gol del Barça

Lamine y Raphinha, tras el primer gol del Barça Óscar Gil CULEMANIA

El Barça de Flick, sin embargo, sí tiene identidad. Y chispa. También tiene deseo, orden y fútbol. El técnico apuesta por una presión alta que da muchos réditos. También pide un fútbol directo y vertical que ya no es visto como ninguna ofensa por los más puristas del ADN barcelonista. 

Octavos de final

La primera aventura de Flick comenzó bien en la Liga y mal en Europa. Hoy, las sensaciones son las contrarias. En la competición doméstica, el Barça está a siete puntos del Real Madrid. En la Champions, en cambio, ha terminado segundo la liguilla. Ya está en octavos de final. No así su gran rival.

El Barça de Flick desata su euforia en la victoria contra el Bayern

El Barça de Flick desata su euforia en la victoria contra el Bayern EFE

Éric García aplaude a los aficionados del Barça que viajaron a Lisboa

Éric García aplaude a los aficionados del Barça que viajaron a Lisboa FCB

El Barça perdió el primer partido en Mónaco (2-1), pero luego encadenó seis victorias. Algunas muy meritorias. Derrotó al Bayern (4-1) en Montjuïc en una noche muy esperada por los culés y también ganó en el campo del Borussia Dortmund (2-3). Muy sufrido también fue su triunfo en el campo del Benfica (4-5).

Flick y Lamine

El equipo de Flick liquidó la primera fase con un empate ante la Atalanta (2-2) en un partido que no tenía la trascendencia de los anteriores. Y ahora toca esperar al rival de los octavos. Tal vez sea el PSG, el mismo rival que le sacó los colores a Xavi Hernández hace un año. Aquel proyecto estaba ya muy viciado. El actual, en cambio, ilusiona y el Barça sueña a lo grande en Europa. La sexta Champions, con Flick al mando y con Lamine Yamal como nuevo icono, es posible.