Lamine Yamal celebra su gol al Atalanta

Lamine Yamal celebra su gol al Atalanta EFE

Primer equipo

Objetivo cumplido: el Barça acaba segundo en la nueva Champions y se puede medir al PSG en octavos

Lamine Yamal y Araujo marcan los dos goles del equipo azulgrana en Montjuïc ante un Atalanta muy atrevido

Publicada
Actualizada

Noticias relacionadas

Objetivo cumplido. El Barça cierra la liguilla de la Champions como segundo clasificado tras empatar contra el Atalanta en la última jornada, tranquila para los barcelonistas, pero mucho más incierta para otros grandes clubes como el Manchester City. El equipo de Gasperini, valeroso como pocos, retó al grupo azulgrana y replicó los goles de Lamine Yamal y Araujo en un duelo a campo abierto que recordó el fútbol de otros tiempos. 

Hansi Flick agitó al equipo, con jugadores --Cubarsí y Casadó-- que necesitan descansos, y de entrada alineó a Szczesny; Koundé, Araujo, Éric García; Balde; Frenkie de Jong, Pedri, Gavi; Lamine Yamal, Lewandowski y Raphinha.

Rival incómodo

El Atalanta de Gasperini es un equipo poco italiano. Es atrevido e intenso en la presión y el partido comenzó con intercambio de golpes en ambas porterías. Szczesny evitó un autogol de Balde y un remate de Retegui, y Lamine replicó con una rosca en la portería de Carnesecchi.

Araujo intenta frenar una internada de Retegui

Araujo intenta frenar una internada de Retegui EFE

El Barça estaba incómodo con los marcajes individuales del Atalanta. No encontraba líneas de pase el equipo de Flick y Gasperini solo sufría con los destellos de clase de Lamine Yamal, mucho más activo que Lewandowski y Raphinha.

Gol anulado

El partido era un suplicio para el Barça, salvado en el minuto 36 por el VAR, que invalidó un gol de Zappacosta. El susto no cambió el guion del partido hasta el descanso, con Frenkie tocando demasiado la pelota y Pedri menos inspirado de lo habitual.

Frenkie de Jong, en un lance del partido contra el Atalanta

Frenkie de Jong, en un lance del partido contra el Atalanta EFE

El Barça encaró el segundo acto con más tensión. Flick pidió a sus futbolistas que atacaran mejor los espacios que dejaba la defensa italiana y el gol llegó en el segundo minuto, cuando Lewandowski atrajó a su central hasta el centro del campo, Raphinha corrió por la banda izquierda y Lamine, con suspense, marcó tras regatear a Carnesecchi y superar la presión de Kolasinac.

Lamine Yamal, en la jugada del primer gol del Barça

Lamine Yamal, en la jugada del primer gol del Barça EFE

El gol animó al Barça y, sobre todo, a Lamine, mucho más suelto, más descarado, ante un Atalanta que tuvo mucho más problemas con el fútbol más directo y vertical de los locales. También encontraba más espacios Pedri, el jugador más clarividente, pero el grupo de Gasperini encontró petróleo en una acción individual de Ederson que sorprendió a Gavi y a Szczesny.

Ederson celebra el primer gol del Atalanta

Ederson celebra el primer gol del Atalanta EFE

Gol y error de Araujo

Flick reaccionó inmediatamente, con un triple cambió para dinamizar al Barça. Cubarsí, Fermín y Ferran entraron por Éric, Gavi y Lewandowski. Y su movimiento tuvo recompensa con el gol de Araujo, libre de marca, tras cabecear un saque de esquina botado por Raphinha. Poco después, un error del defensa uruguayo fue aprovechado por Pasalic para empatar de nuevo. El resultado sació a los barcelonistas (seis victorias, un empate y una derrota), pero no tanto a los italianos, que deberán jugarse el pase a octavos en una eliminatoria a vida o muerte. El Barcelona, en cambio, ya espera rival, y podría medirse al PSG.