Jules Koundé celebra su gol ante el Betis

Jules Koundé celebra su gol ante el Betis EFE

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El Barça de Flick calma las aguas: Montjuïc vibra en la semana más decisiva para Laporta

La mayoría de la afición culé acalló los repetidos cánticos en contra del presidente, pese a que no silenció las peticiones de regreso de la Grada d'Animació

Más información: las preguntas que Laporta no ha contestado en su rueda de prensa más explosiva

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En el fútbol, la pelota manda. Si la redonda se mete entre los tres palos y el Barça gana, cualquier mandato es más fácil. Joan Laporta, pese a encarar una semana decisiva por la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor y la amenaza de moción de censura, sale reforzado. Su discurso, populista, del "contra todo y contra todos" cala. Durante el Barça-Betis, los aficionados disfrutaron con el equipo de Hansi Flick y se olvidaron de las turbulencias.

En el gol norte del Lluís Companys, allí donde habitaba la Grada d'Animació, sigue habiendo gente que corea el "Barça sí, Laporta no", un cántico que la mayoría de la hinchada silenció rápidamente durante los octavos de Copa del Rey. El canturreo aparecía cada cinco minutos. Hay mucha gente que sigue a Laporta y otra que ya está cansada de escuchar siempre lo mismo.

Joan Laporta en el palco de Montjuïc durante el Barça-Betis de Copa

Joan Laporta en el palco de Montjuïc durante el Barça-Betis de Copa EFE

Un Montjuïc 'disfrutón'

También es cierto que los cánticos a favor del regreso de la Grada d'Animació no fueron respondidos con silbidos. La gente quiere animar y lo demostró en los aledaños de Montjuïc, antes del pitido inicial, donde se congregaron aficionados con bengalas y petardos.

Ni la Penya Almogàvers, ni Front 532, ni Supporters Barça ni Nostra Ensenya hicieron convocatoria alguna, según ha podido saber Culemanía. Fuera del Estadi Olímpic, se dedicaron muchos cánticos contra el eterno rival, el Real Madrid. Por fin, después de mucho tiempo, el culé siente que puede hacer frente a los merengues.

"'Boti, boti, boti...'"

Dentro del Lluís Companys, la sensación fue la misma. Los octavos de final contra el Betis, partido posterior a la final de la Supercopa de España que acabó con una manita para la historia, congregaron a una afición muy animada. El culé empieza a creer. Ganarlo todo es posible.

Durante esta semana, el Barça ha mirado al Madrid por encima del hombro. En Montjuïc se cantó a los cuatro vientos el "boti, boti, boti, madridista qui no boti", entre otros.

Los más de 46.000 aficionados, una gran cifra para un partido intersemanal, estuvieron muy protestones, como es habitual en el barcelonista. Y dieron todo su apoyo a Araujo, a pesar del culebrón, tras una acción defensiva. "Uruguasho, uruguasho", retumbó en la montaña mágica. El Barça de Flick descongela Montjuïc.