Ferran Torres volvió a ser titular con la camiseta del Barça. Y volvió a decepcionar. No jugaba de inicio en Liga desde el pasado 28 de septiembre, en Pamplona, que terminó con una dura derrota ante Osasuna (4-2). Este martes, en Mallorca (1-5), volvió a quedar patente que todavía no está al nivel para ser titular azulgrana.
No le faltan ganas ni voluntad, al contrario, el afán y la entrega de Ferran están fuera de duda. Pero todavía está muy lejos del nivel de confianza necesario para destacar en el Barça. Marcó un gol, que sirvió para abrir la lata, pero fue aprovechando un regalo del rival, en una acción a trompicones que estuvo a punto de fallar. Todas las demás sí que las falló. Especialmente los controles en numerosas acciones de transición que podrían haber tenido final feliz de no ser por la falta de pulcritud del supuesto Tiburón. El Barça sufrió más de la cuenta debido a sus errores. A su mala toma de decisiones. Curiosamente, el partido se desatascó con su salida del campo. Los tres últimos goles llegaron cuando Torres ya se había sentido.
Por detrás de Lewy
Ferran es un jugador que puede sumar en el Barça pero debe seguir trabajando, y mucho, para encontrar su sitio. Poco eficiente en las bandas, este martes quedó patente que aspira a ser el primer suplente de Lewandowski. Pero ojo, que el segundo suplente es Pau Víctor, y también marcó. El rendimiento de Ferran sigue siendo insuficiente. Sigue sin aprovechar las oportunidades de Flick. Sigue sin ganarse el derecho a ser titular en el Barça.