El Barça reacciona. Después de un noviembre horroroso, con un punto de nueve posibles en los tres últimos partidos, el equipo recuperó sensaciones y tumbó al Mallorca en Son Moix. Un gol de Ferran Torres, sustituto de Lewandowski, dos de Raphinha, otro de Frenkie de Jong y el quinto de Pau Víctor calmaron al líder en la Liga. Lamine Yamal no marcó, pero provocó un penalti y regaló dos goles el día que el plan de Hansi Flick funcionó de nuevo.
El partido de Mallorca no era un partido más, después de dos derrotas y un empate en las tres últimas jornadas de Liga. En Mallorca, Flick no estaba para inventos, pero sorprendió con la suplencia de Lewandowski, sustituido por Ferran Torres. Más esperadas eran las apuestas por Marc Casadó y Dani Olmo, dos futbolistas imprescindibles para el técnico alemán. El primero, la gran revelación, aporta intensidad y una buena salida del balón. El segundo es muy elegante y resolutivo en espacios reducidos.
El gol de Ferran
El Barça salió con más chispa que en los últimos partidos y el Mallorca juntó muchas las líneas. Cubarsí tal vez se pasó de frenada a los tres minutos al derribar a Darder y ser amonestado con una tarjeta amarilla. La primera nota positiva fue el gol de Ferran, tras aprovechar una indecisión de Mojica, Valjent, Raíllo y el meta Román, a los 11 minutos.
Ferran Torres celebra su gol al Mallorca
El gol fue el mejor ansiolítico para el Barça y una pesadilla para el Mallorca, tocado durante muchos minutos y salvado por la mala puntería de Ferran y, sobre todo, de Lamine Yamal. En defensa, mientras, mucho mejor tiró la línea del fuera de juego el equipo de Flick. Hasta cuatro veces cayó el conjunto rojillo en la trampa en los primeros 25 minutos. A tres minutos del descanso, sin embargo, calculó mal la retaguardia barcelonista y empató Muriqi para el Mallorca.
Falta de pegada
El Barça fue mejor en la primera parte, pero no solucionó sus problemas de pegada. Ni tan siquiera estuvo acertado Raphinha tras un fallo de Raillo. El Mallorca, en cambio, aprovechó su oportunidad con un pase magistral de Darder, futbolista con corazón periquito que supo castigar al equipo azulgrana.
Los jugadores del Mallorca celebran el empate de Muriqi
El segundo acto comenzó como el primero, con el Barça muy concienciado en golpear al Mallorca y un Raphinha muy motivado. Probó fortuna en un librre directo, sin suerte, pero sí transformó el penalti que provocó Lamine, tras una buena acción de Dani Olmo, cuando más apretaba el equipo de Flick.
La sentencia
El Barça aprendió la lección de la primera parte y estuvo más pendiente de marcar el tercero que de proteger a Iñaki Peña. No quería un intercambio de golpes Flick y la solución llegó tras una genialidad de Lamine y un remate a placer de Raphinha, autor ya de 11 goles. Sin tiempo para digerir el golpe, encajó otro gol el Mallorca, firmado estaba vez por Frenkie de Jong.
Desatado, el Barça no quiso dosificarse. Disfrutaba el equipo. También Frenkie de Jong, cómodo como mediapunta en un partido totalmente roto. El último premio fue para Pau Víctor, un actor muy secundario que sueña con un futuro mejor. Como el Barcelona.