Hansi Flick es un entrenador de formas tranquilas, pero rotundo en la toma de decisiones. Calla muchas cosas que no le gustan, pero toma medidas. A principios de temporada aseguró que confiaba en Frenkie de Jong y prometió que sería paciente con él. Cumplió su palabra, pero su apuesta por el centrocampista neerlandés parece desvanecerse.
Frenkie de Jong no está bien. Es una evidencia. Todavía no tiene el ritmo de competición óptimo y, peor, juega sin confianza. Con miedo. La lesión en el tobillo derecho todavía está en su cabeza.
La apuesta de Flick
La apuesta de Flick por un fútbol vertical y directo tampoco beneficia a Frenkie de Jong, a quien también pide que sea intenso en defensa. De momento, el centrocampista internacional no encaja bien.
Flick prescindió de Frenkie de Jong en el once titular del Barça-Brest. No tiene cabida en el actual equipo, con Casadó en un gran momento de forma y un Pedri decisivo entre líneas.
Pitado en Montjuïc
Frenkie, curiosamente, entró en el tramo final del partido para sustituir a Pedri y fue pitado por la afición barcelonista. Los culés expresaron su rechazo por su decadencia futbolística y por la negativa a renovar su actual contrato con el Barça.
En el Barça hay caso De Jong. El futbolista se mantiene inflexible en su voluntad de cumplir los dos años de contrato que le quedan para, después, decidir libremente su futuro. Joan Laporta, mientras, se desespera y Flick espera mucho más de él en el campo. El sábado, contra Las Palmas, podría tener otra prueba de fuego.