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Entre Xavi Hernández y Hansi Flick hay un mundo. La diferencia entre ambos técnicos es sideral. El míster egarense pecaba de sincero en rueda de prensa. El entrenador teutón, en cambio, no deja ningún titular ni da pistas a los periodistas. De puertas hacia adentro, es un tipo sincero, pero también muy exigente. No tolera faltas de respeto.

Para Flick, llegar tarde a cualquier entrenamiento supone una irresponsabilidad. Pedri, en el programa Martínez y Hermanos de Cuatro, ha revelado cuál era la sanción de Xavi en este caso y la de su actual entrenador. Hansi no perdona una. Las normas no se pueden saltar.

1.000 euros

Antes, si un futbolista llegaba tarde, podía jugar un partido. La sanción de Xavi era económica. Según ha revelado el del Barça, un minuto de retraso implicaba el pago de 1.000 euros. La cantidad se iba multiplicando cada vez que pasaban otros 60 segundos.

Xavi Hernández, junto a Sergi Nogueras, en una rueda de prensa del Barça EFE

La multa de Flick es más extrema. No hay punto medio. Pedri explicó en antena que, si alguien llega tarde a un entrenamiento, no juega el siguiente partido. Así de fácil. 

Código de vestimenta

Flick es un hombre estricto, pero cariñoso y cercano, algo compatible. Siempre va de cara con sus jugadores e intenta arreglar las cosas dialogando. Es habitual ver los abrazos del técnico a sus jugadores. El ejemplo más claro fue cuando Héctor Fort se pasó calentando durante muchos minutos y no entró al rectángulo de juego. Flick le dio explicaciones nada más sonar el pitido final.

Otro punto donde se notan las normas de Flick es en la llegada a los estadios. El Barça siempre se concentra antes de los partidos. Antes, por ejemplo, la entrada al Estadi Olímpic Lluís Companys parecía una pasarela de un desfile de moda, donde cada futbolista exhibía su outfit. Ahora, todos se plantan en el campo con la indumentaria oficial del club.

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