El Barça ha vuelto. En la Champions y en la Liga, competición que domina con seis puntos de ventaja respecto al Real Madrid. En el Bernabéu, el equipo madridista cayó en la trampa de Hansi Flick y sus estrellas fueron devorados por los jóvenes de la Masía. Este lunes, Vinicius ganará el Balón de Oro, pero no olvidará el 0-4 del clásico, como le recordó Gavi.
Gavi es uno de los mejores representantes de la Masía. Del fútbol formativo del Barça. En Madrid fue suplente y solo jugó cinco minutos, suficientes para mostrar su carácter, ver una tarjeta amarilla y encararse con Vinicius. Antes, desde Iñaki Peña hasta Lamine Yamal completaron un partido maravilloso. Histórico.
El gran día de Iñki Peña
Por un día, hasta Iñaki Peña fue un portero fiable. No tuvo mucho trabajo, pero lo resolvió perfectamente. Meritoria fueron sus paradas ante Mbappé, un astro que no brilla en Madrid. Su mejor socio, tal vez, fue Pau Cubarsí, el líder de la defensa, el encargado de tirar los fueras de juego, con solo 17 años. En la banda izquierda, mientras, Balde desactivó a un Bellingham en horas bajas.
Cubarsí es la gran sensación en defensa y Casadó, en el centro del campo. Nunca fue un jugador del agrado de Xavi, pero con Flick lo juega todo. O casi. De mediocentro o interior. Comenzó por delante de la defensa, pero acabó más adelantado, como interior, y suya fue la asistencia a Robert Lewandowski en el primer gol.
Lamine Yamal, demoledor
Fermín fue titular. Solo jugó 45 minutos, pero aportó intensidad y presión. En el descanso fue sustituido por Frenkie de Jong en un partido en el que también sumaron minutos Dani Olmo y el citado Gavi. El primero leyó perfectamente las urgencias del Real Madrid.
Lamine Yamal merece una mención aparte. Nunca se arruga. Cada vez que tiene la pelota intimida al rival. Tiene desborde y mucha clase. Y pegada. Suyo fue el tercer gol, con la pierna derecha, tras un zapatazo con la derecha, su pierna mala, que sorprendió al Real Madrid en otra noche histórica del Barça. Y, sobre todo, para la Masía.