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Thomas Muller era una pesadilla para el Barça. Normal. Hasta el miércoles, el centrocampista alemán le había marcado ocho goles, más que ningún rival que no juegue en España. En Montjuïc, sin embargo, Flick supo desactivar a un futbolista en horas bajas.

El Bayern solo fue mejor que el Barça en los primeros 25 minutos. Fueron momentos de dominio alemán y sufrimiento culé. Harry Kane se erigió en el auténtico líder del equipo. No solo marcó el gol del empate y otro que le anularon. Es un futbolista muy listo y ayudó a sus compañeros en la construcción.

Marc Casadó gana la partida

Muller, en cambio, entró poco en juego. No pudo con Marc Casadó. El desparpajo y la intensidad del joven centrocampista del Barça frenaron al alemán, muy pitado en Montjuïc en uno de sus peores días.

Kompany confiaba en la clase de Müller para intimidar al Barça, pero el centrocampista internacional ya no se mueve tan bien entre líneas. Él mejor que nadie simbolizó la impotencia de un Bayern que, por un día, fue devorado por el cuadro azulgrana. ¡Que ya tocaba!

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