El Barça vive una realidad dual. Con dos caras. La amable es su liderato en la Liga, con seis victorias en seis partidos y 23 goles a favor. La triste es la plaga de lesiones que sigue cebándose con un equipo en construcción, con hambre de títulos pero con una plantilla muy corta. Y dos son las posiciones que más preocupan a Hansi Flick.

El técnico alemán, pragmático y positivo a partes iguales, llora ahora la lesión de Ter Stegen. Es normal. El portero alemán era titular indiscutible. Lo jugaba todo y su nueva lesión de rodilla, de larga duración, es un problema que exigirá una buena gestión de los recursos actuales.

Los porteros de la casa

Flick, en principio, dará carrete a Iñaki Peña. Es la opción más natural. Apostar ahora por Astralaga o Kochen, dos jóvenes de la cantera, sería un duro golpe para el portero alicantino, que ya jugó en Villarreal. El problema es que Peña no transmite la seguridad de Ter Stegen.

La pasada temporada, Iñaki Peña disputó 17 partidos y encajó 32 goles. Es decir, 1,8 por partido. Sus titularidades coincidieron con el hundimiento del Barça en la Liga.

La lesión de Marc Bernal

El otro problema importante de Flick es el mediocentro. Marc Casadó es la solución a la baja por lesión de Marc Bernal, pero no lo puede jugar todo. En Villarreal, como en Mónaco, Éric García fue titular.

Éric es más defensa que mediocentro. Flick habla maravillas del futbolista de Martorell, de quien destaca su buena salida del balón y su visión del juego. Pero Éric es lento y no se siente muy cómodo como pivote. Sufre mucho más que disfruta.

En el mercado de invierno, el Barça deberá decidir si ficha a un mediocentro y a un portero. No está el club para grandes dispendios, pero hay lesiones que hacen mucho daño a Flick.

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