La Champions es otra historia. Nada tiene que ver con la Liga. Lo sabe, sobradamente, el Barça, campeón de Europa por última vez en 2015. Desde entonces, casi todo han sido lamentos y derrotas humillantes. Al menos, en los grandes partidos. Mónaco no fue una excepción. Tras encadenar cinco victorias en la Liga, el equipo azulgrana se estrelló en la máxima competición continental en un partido que no leyó bien Hansi Flick y en el que fallaron algunas piezas básicas. Tras una primera parte correcta, en la segunda al Barça le faltaron ideas y chispa. No generó peligro.

Ter Stegen

El portero alemán estuvo inseguro. Su error a los 10 minutos fue un lastre excesivo. Su arriesgado pase a Éric García acabó con el futbolista de Martorell expulsado. No fue su único error y en el Barça se ha abierto el debate sobre la portería. Con tantos problemas, no parecía este un asunto prioritario, pero el equipo depende mucho del meta alemán. No tiene un recambio con experiencia. Mal asunto.

Marc-André Ter Stegen, durante la previa del partido del Barça contra el Mónaco FCB

Iñigo Martínez

El defensa vasco ha dado un paso adelante con Flick. Tiene experiencia y carácter. En Mónaco, sin embargo, se despistó en la jugada del segundo gol local. Tardó en reaccionar y su error penalizó mucho a un Barça que jugó 80 minutos en inferioridad numérica. Cubarsí, su compañero en el eje de la defensa, tampoco está en el mejor momento de su carrera deportiva.

Balde

El Barça acumuló hombres por el centro tras la expulsión de Éric García y Balde tuvo que medir muy bien sus internadas por la banda izquierda. El Mónaco es un equipo que apuesta por un fútbol muy vertical y siempre buscó la espalda de los defensas barcelonistas. El segundo gol fue un claro ejemplo. Blando en algunas acciones, no estuvo muy preciso en ataque.

Balde protesta al árbitro en el Mónaco-Barça EFE

Pedri

El centrocampista canario no tuvo un buen día. Tuvo que multiplicarse tras la expulsión de Éric García. Se puso el mono de trabajo, pero estuvo menos clarividente que habitualmente. Apenas conectó con Lewandowski. Con su versión más discreta, el Barça es un equipo muy plano.

Pedri controla el balón anteel Mónaco. EFE

Raphinha

El extremo brasileño es un jugador que aporta mucho trabajo. También es rápido. En el Stade Louis II tuvo mucho trabajo ante un Mónaco que se adueñó del centro del campo durante muchos minutos. Probó fortuna al final en un libre directo. Sin suerte.

Lewandowski

El delantero polaco estuvo muy aislado durante muchos minutos. Es un futbolista demasiado estática para las necesidades del Barça. No presiona como sus compañeros y es un lujo excesivo en un equipo que se queda en inferioridad numérica desde el minuto 10.

Lewandowski, en Mónaco EFE

Éric García

Solo jugó 10 minutos. Se le vio incómodo como mediocentro y no reaccionó rápido tras el error de Ter Stegen. Es un jugador que sigue sin mostrar su clase en el Barça y Flick evitó su salida del club en verano por las lesiones de Araujo y Christensen. Como mediocentro lo tendrá muy complicado porque no es rápido.

Ferran

No pudo revolucionar el juego del Barça en los minutos finales. Con Flick vuelve a ser suplente y su protagonismo es muy secundario. Lamine Yamal, Lewandowski y Raphinha le condenan al banquillo y sigue sin justificar su millonario fichaje, hace casi tres años.

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