Hansi Flick es un entrenador con las ideas muy claras. De pocas palabras y hechos claros. En su ideario futbolístico, el 4-2-3-1 es el punto de partida, con dos mediocentros y dos laterales muy profundos. De momento, el nuevo entrenador del Barça está encantado con el rendimiento y las prestaciones de Alejandro Balde. Para la banda derecha, en cambio, no cuenta con un jugador de su agrado.
Hombre discreto y pragmático, Flick busca soluciones para el lateral derecho. Pronto desveló que no contaba con Julián Álavez y en Estados Unidos probó con Valle a pierna cambiada. También dio carrete a Héctor Fort, quien no rindió a su mejor nivel.
Frimpong, el lateral imposible
Flick, de momento, tiene dudas. En el Barça recuerdan que deseaba el fichaje de Frimpong, lateral derecho del Bayer Leverkusen, un futbolista muy físico y ofensivo, descartado por su precio: 40 millones de euros.
Xavi Hernández, exentrenador del Barça, tuvo que lidiar con el mismo problema hasta que llegó Joao Cancelo, a quien acabó colocando en la banda izquierda. El futuro del lateral portugués es incierto, porque el Manchester City quiere hacer caja con él y el Barcelona solo está dispuesto a prorrogar la cesión del año pasado.
La mejor solución
Flick, como Xavi, cuenta en su plantilla con un futbolista muy solvente y polivalente como Jules Koundé. El internacional francés asegura que es central, pero asume que, un año más, jugará en la banda derecha. Y, según parece, lo hará sin tantas reticencias.
Koundé es un jugador con una buena salida del balón y una gran anticipación. No tiene la velocidad ni la profundidad de los mejores laterales derechos, pero aporta equilibrio y seguridad. Un año más, será el remedio para la banda derecha, a la espera de mejores tiempos y más capacidad para fichar.