"El resultado es engañoso, porque el partido era de 9 a 1". Este era el discurso del seleccionador Luis de la Fuente al terminar el España-Georgia (4-1) de los octavos de final de la Eurocopa. La Roja siempre va a por más, con un estilo comparable al de las esencias del FC Barcelona. Hansi Flick puede tomar nota.
El combinado nacional español pasa a los cuartos de final casi sin despeinarse. Fue un rodillo. Se sobrepuso al tanto en propia de Robin Le Normand en el minuto 18. Y lo hizo gracias a su estilo de juego, como hace tiempo que no ocurre en el Barça. España hizo que Georgia pusiese el autobús. La arrinconó.
Conceptos tácticos
Y lo consiguió, en parte, gracias a tener dos grandes extremos. La Roja baila al ritmo de Lamine Yamal y Nico Williams --que gusta mucho al Barça--. Ellos abren el campo y son la gran amenaza del equipo español. Dominan todos los registros, conducción, velocidad, regate, disparo y pase. De sus botas solo sale veneno.
Aguardan en el lateral del área a su oportunidad. A partir de ahí, deciden. Si no hay una buena oportunidad de rebasar al defensor, juegan con un compañero. Sino, buscan el uno contra uno. Al estar abiertos, permiten que los centrocampistas tengan espacio suficiente para pensar y elaborar mejor su juego.
La importancia del centro del campo
Así es como nació el gol del empate, que anotó Rodri Hernández. Nico Williams tenía el balón. La defensa paraba atención en el extremo del Athletic Club de Bilbao. El veloz delantero pasó el balón hacia la medialuna, donde aguardaba el centrocampista del Manchester City con la caña lista.
Con un disparo cruzado, raso, superó a Mamardashvili. España, en cuestión de unos pocos metros, acumuló muchísima gente en ataque. Y encerró a Georgia en su propia área. El gol del desempate también lo metió, precisamente, otro mediocentro: Fabián Ruiz. Lamine Yamal puso un centro, esta vez al segundo palo. El jugador del PSG remató a placer.
Y demostró otra de las grandes cualidades que debe tener, también, un futbolista de la medular si quiere triunfar en el Barça. Fabián tiró un gran desmarque. Se disfrazó de delantero. Por este motivo, Luis de la Fuente se ha llevado a Fermín López a la Eurocopa. Porque también cumple con todos los registros.
El sustituto de Busquets
Luis de la Fuente no se fija en grandes nombres. Fabián no era titular con Luis Enrique, por ejemplo. Busca a los mejores jugadores para aplicar su estilo de juego. Marc Cucurella, ex del Barça, ha pasado por delante de Alejandro Grimaldo, que ha hecho, sobre el papel, una mejor temporada.
Así es cómo se confecciona un equipo. España también presiona. Lo hacen todos. Y lo debería hacer el Barça de manera ordenada y correcta. Fermín, Fabián, Nico, Lamine. Todos son capaces de hacerlo. También Rodri, sustituto ideal de Busquets, gran estrella de España.
Sin él, todo el puzle se desmoronaría. Demuestra cuánto echa de menos el club azulgrana a una pieza así. Lidera a la Roja para robar el balón. Tiene un físico privilegiado, además de una gran inteligencia. Además, asienta al equipo en el campo rival. Hace que el engranaje funcione.
Esta España... ¿como la del 2008?
Los culés desean que se emule lo que pasó en 2008. Aquel verano, España ganó la Eurocopa. Practicó un gran juego. En el centro del campo, ya estaban Xavi e Iniesta. Al año siguiente, el Barça ganó todos los títulos posibles, después de una temporada de crisis total en la capital catalana.
Luis Aragonés, seleccionador nacional, marcó el camino de la Roja. "Ganar, ganar y ganar" fue su mensaje. Los futbolistas adoptaron el mantra y se dejaron la piel durante el torneo. De la Fuente parece que va en la misma línea. Pedri, Ferran Torres, Fermín López y Lamine Yamal ya saben que mensaje deben transmitir cuando estén de vuelta con el Barça. Ojalá el club azulgrana pueda repetir lo que pasó después de la Eurocopa 2008.