Xavi Hernández ya tenía en mente algunos cambios importantes en el Barça. Su decisión más sorprendente, e impopular, era la voluntad de vender a Robert Lewandowski, máximo goleador del equipo en las dos últimas temporadas. La relación entre ambos acabó mal y el técnico de Terrassa tenía atado un delantero centro, cuyo nombre no ha trascendido públicamente.
El plan de Xavi era arriesgado. No quería a Lewandowski y tampoco a Vitor Roque. Es decir, a ninguno de los dos delanteros centros del equipo. Con el futbolista polaco acabó molesto porque quería que fuera mucho más intenso en defensa. Quería que se sacrificara más para el equipo. Del brasileño considera que todavía está verde para jugar en el Barcelona.
Los delanteros de Xavi
Xavi y su staff técnico querían un nuevo goleador para el Barça. Y en su lista había varios nombres como Dovbyk, Julián Álvarez, Sorloth y Darwin Núñez. A Xavi también le gusta Greenwood, la gran sensación del Getafe. Es más barato, pero su fichaje no parecía viable por sus antecedentes de maltrato en Inglaterra. Según ha podido saber Culemanía, ya tenían un elegido y estaban convencidos de que la operación no sería demasiado cara.
Dovbyk, una de las claves que explica el gran rendimiento del Girona, es un delantero centro que combina potencia física y gol. Contra el Barça jugó dos grandes problemas, convirtiéndose en una pesadilla para la defensa azulgrana en Montjuïc y en Montilivi. En la Liga, el delantero ucraniano ha marcado 24 goles y ha dado ocho asistencias. Su cláusula de rescisión es de 40 millones de euros y el Girona ya ha descartado una oferta del Atlético de Madrid de 25 millones.
Dos futbolistas amigos del mate
Otro futbolista de la Liga, Sorloth, también gusta mucho a Xavi. El delantero noruego, de 28 años, ha marcado 23 goles con el Villarreal y su valor de mercado es de solo 15 millones de euros.
Mucho más caros son Julián Álvarez y Darwin Núñez, delanteros del Manchester City y del Liverpool. El precio del argentino y del uruguayo oscilaría entre los 70 y los 100 millones de euros. Demasiado dinero para un Barça con tensiones en la tesorería que ha cambiado a Xavi por Flick.