Xavi Hernández juega al gato y al ratón. Sigue sin decidir su futuro. El técnico de Terrassa quiere seguir en el Barça, pero no se pone de acuerdo con Deco, director de fútbol, sobre la gestión del cambio de opinión sobre su futuro profesional. Paralelamente, Xavi sigue sin pronunciarse ante sus jugadores, que esperan noticias suyas o del club, según explica Javier Miguel, colaborador de Culemanía, en el diario AS.
El 27 de enero, tras la derrota del Barça contra el Villarreal en Montjuïc, Xavi anunció que dejaría el club al acabar esta temporada. Con su decisión, el técnico pudo anticiparse a la posible decisión de comunicarle su destitución.
Reunión a la vista
Xavi ganó tiempo e intentó liberar a sus futbolistas de una presión negativa. El Barça parecía que había reaccionado, pero la semana pasada fue fatal para sus intereses. En cinco días, el Barça fue eliminado de la Champions y se despidió de la Liga. Las derrotas contra el PSG y el Real Madrid fueron muy dolorosas.
Ahora, Xavi espera una reunión con Laporta o Deco para resolver su futuro. El presidente quiere delegar las negociaciones con el director de fútbol, aunque es partidario de su continuidad por la ausencia de alternativas ilusionantes.
Los futbolistas del Barça agradecen el apoyo de los culés que fueron al Bernabéu
Laporta, sin embargo, quiere que sea Xavi quien explique los motivos de su cambio de opinión. El técnico, en cambio, prefiere que sea el club quien se pronuncie. En los últimos meses, no obstante, tanto Rafa Yuste, vicepresidente económico, como el mismo Laporta ya se han expresado a favor de su continuidad.
Deco y Márquez
Deco, en cambio, es más escéptico. El director de fútbol tiene una relación correcta con Xavi, pero entre ambos no hay mucha compliciad. Ni una gran sintonía. A Deco no le importaría que Rafa Márquez, actual entrenador del Barça B, fuera su sustituto.
Los jugadores quieren saber ya si Xavi seguirá o no. De momento, no han recibido ningún mensaje. Tanto ellos como el técnico, no obstante, sí reman en la misma dirección en la necesidad de acabar el curso de la mejor manera posible. La segunda plaza, que da acceso a la Supercopa de España, es el objetivo de mínimos.