El Barça tiene licencia para soñar. Al menos en la Champions. El equipo de Xavi Hernández ya está entre los ocho mejores de Europa y en cuartos de final se enfrentará al PSG en una eliminatoria con mucho morbo. El duelo llega en el mejor momento para los barcelonistas.
Eliminado de la Copa del Rey, destrozado en la final de la Supercopa por el Real Madrid y a ocho puntos del eterno rival en la Liga, al Barça le queda la Champions. La semana pasada, el equipo salvó una situación límite al ganar al Nápoles por 3-1.
El optimismo de Xavi
Los cuartos de final eran el objetivo mínimo del Barça. Una derrota hubiera tenido consecuencias deportivas económicas. Las pérdidas hubieran sido de 15 millones de euros a corto plazo y el proyecto de Xavi hubiera saltado por los aires. Ahora sigue vivo, y mucho más tras la victoria en el Metropolitano (0-3).
"Tenemos razones para soñar porque estamos en el mejor momento de la temporada. No renunciamos a nada", manifestó Xavi tras la victoria contra el Atlético de Madrid. Está satisfecho con la respuesta de sus jugadores y, sobre todo, con el rendimiento de los más jóvenes: Cubarsí, Fort, Fermín y Lamine Yamal. También con la adaptación de Christensen como mediocentro y el buen momento de Lewandowski.
El desenlace de la Liga
Xavi necesita que sus jugadores mantengan la tensión de los últimos partidos. La Liga está casi imposible, pero solo jugará la Supercopa de España de la próxima temporada si acaba segundo. Y en las nueve jornadas finales debe visitar los campos del Real Madrid y del Girona.
En Europa, el Barça se jugará media temporada, o más, contra el PSG. El campeón de Francia es favorito, pero en el vestuario azulgrana le tienen ganas al equipo de Luis Enrique. Xavi confía en la mejor versión del Barcelona y pasar a semifinales, donde debería jugar contra el vencedor del Borussia Dortmund-Atlético de Madrid.
La final de Wembley
Xavi, por fin, cree que puede liquidar su etapa como entrenador del Barça con la ansiada Champions, un título que solo han ganado Johan Cruyff, Frank Rijkaard, Pep Guardiola (dos ocasiones) y Luis Enrique. Él, como jugador, participó en cuatro y ahora vislumbra el camino de otra noche histórica. De otra gran noche en Wembley. Esta vez, como entrenador.