Julián Álvarez es uno de los delanteros de moda del fútbol argentino. No solo por su rendimiento con el Manchester City, sino también por ser una pieza importante con su selección en la conquista del Mundial de Qatar. Pero antes de dar el salto a la entidad inglesa, el atacante tuvo la posibilidad de jugar con el FC Barcelona, aunque la junta directiva de Joan Laporta descartó su fichaje, a pesar de que solo representaba un gasto de 20 millones de euros.
Esa historia fue revelada por Josep Maria Minguella, famoso intermediario del fútbol español, durante la entrevista concedida en el programa Onze de TV3. El agente habría ofrecido al Barça el fichaje de Julián por tan solo 20 millones; sin embargo, los altos mandos de la entidad azulgrana prefirieron apostar por otra incorporación en el mercado de verano de 2020.
Dicha incorporación fue la de Ferran Torres. El delantero valenciano arribó en invierno de 2020, después de que el Barça llegara a un acuerdo con el Manchester City por 55 millones fijos y 10 en variables. Fue la primera apuesta millonaria de la actual junta, siendo en un momento en el que el cuerpo técnico de Xavi Hernández necesitaba de mayor talento en la parcela ofensiva. Curiosamente, esa inversión que recibieron los citizens les permitió fichar a Julián Álvarez.
La errónea inversión del Barça
El tiempo ha dado la razón al Manchester City con respecto a traspasar a Ferran Torres al Barça. El de Foios es un atacante de mucha calidad, pero ha quedado por detrás de Julián Álvarez, tanto a nivel de cifras como en su capacidad para jugar en otras posiciones. El rendimiento del delantero argentino le ha permitido aumentar su valor de mercado hasta los 90 millones de euros, según Transfermarkt.
Por su parte, el FC Barcelona todavía no ha visto que su inversión por Ferran Torres se haya justificado en los terrenos de juego. Ha tenido momentos notables con el equipo azulgrana, pero lejos de los 55 millones que pagaron hace cuatro años. En momentos tan delicados en lo económico, la directiva de Laporta dejó pasar la oportunidad de fichar a un atacante que se ha convertido en objeto de deseo para los grandes de Europa.