Xavi Hernández, entrenador del Barça, durante el partido ante Osasuna

Xavi Hernández, entrenador del Barça, durante el partido ante Osasuna EFE

Primer equipo

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El técnico azulgrana gana oxígeno con una victoria contra Osasuna que mejora la imagen de anteriores partidos

1 febrero, 2024 02:01

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El FC Barcelona ha salvado los muebles en Montjuïc contra el Osasuna (1-0). El equipo que dirige Xavi Hernández ha recortado la desventaja respecto al líder de Liga, un Girona que todavía mantiene un colchón de ocho puntos sobre los azulgranas. El Barça ha plasmado encima del terreno de juego la clásica victoria agridulce con tintes de 'vence pero no convence'. Pero los resultados prevalecen en época de vacas flacas. Y con los tres puntos en el bolsillo, las voces más críticas contra el técnico catalán no pueden cuestionar el puesto del míster tras una victoria.

Desde que el calendario marca el año 2024, el estratega egarense ha buscado debajo de las piedras ese golpe de efecto que revertiera la dinámica negativa. Y lo cierto es que después de la traumática 'contrarremontada' del Villarreal, el primer equipo barcelonista se ha medido al Osasuna con otro semblante. En fase ofensiva, la falta de movilidad y las escasas ocasiones generadas no permiten alzar las campanas al vuelo. 

Vuelta al 'unocerismo'

Sin embargo, en las áreas el Barça ha salido vencedor sin discusiones. Los delanteros rojillos apenas si han inquietado la portería de Iñaki Peña, autor de una parada en todo el encuentro. Salvo el tiro al palo de Raúl García en la recta final y una rosca desde fuera del área que ha repelido el meta azulgrana, la zaga ha controlado las embestidas visitantes la mayor parte del partido.

Los futbolistas del Barça se felicitan tras la victoria contra el Osasuna

Los futbolistas del Barça se felicitan tras la victoria contra el Osasuna FCB

Se trata de la primera victoria sin encajar en competición doméstica desde el 3 de diciembre. El 'unocerismo' está de vuelta, casi dos meses después de doblegar por la mínima al Atlético (1-0).

Promesas que ilusionan

Nadie le podrá achacar a Xavi la falta de confianza y/o valentía después de sacar un triunfo con dos menores en el once titular. Lamine Yamal, de 16 años, y Pau Cubarsí, de 17, han completado los 90 minutos con sendas actuaciones destacadas. El jovencísimo extremo, internacional absoluto con la Roja le ganó la partida a Raphinha en banda derecha hasta antes de la lesión del atacante brasileño.

Pau Cubarsí cubre a José Arnáiz en el Barça-Osasuna

Pau Cubarsí cubre a José Arnáiz en el Barça-Osasuna EFE

Los culés tampoco echan de menos a Andreas Christensen en el eje. El nuevo aspirante a central del primer equipo está para no volver a pisar el filial de Rafa Márquez, que solo lo ha dirigido en cinco ocasiones.

'Tigrinho' ya muerde

El estreno goleador de Vitor Roque al minuto de pisar el campo ha dado otro respiro a Xavi. Entre las continuas suplencias de Tigrinho y la losa de su elevado precio --la operación puede alcanzar la horquilla entre 60 y 74 millones--, las críticas empezaban a cernirse sobre su fichaje. El club azulgrana ha matado dos pájaros de un tiro: victoria con portería a cero y gol decisivo del delantero de 18 años.

En una temporada tan agitada en los despachos como encima del césped el míster gana otro balón de oxígeno provisional. El calendario dictará sentencia, pero los pupilos de Xavi se enfrentarán próximamente a equipos de la zona media y baja de la Liga: Alavés en Mendizorroza, Granada en Montjuïc y Celta en Balaídos. La segunda vuelta tan solo acaba de empezar y las diferencias con Real Madrid y Girona no son insalvables.

El adiós anunciado de Xavi amenazaba con hundir a una plantilla malacostumbrada a la ciclotimia. La desventaja liguera y el clavo ardiendo de la Champions League tampoco llamaban al optimismo. Pero el vestuario no ha dejado tirado al técnico. Primero, la conjura en casa de Robert Lewandowski. Ahora, un paso adelante que mejora la imagen de los últimos encuentros. Queda por ver si se trata de una rampa más de la montaña rusa o la Xavineta ya no vuelve a bajar los brazos.